En la última escalada de la tensión entre Ricardo Benjamín Salinas Pliego y el gobierno del presidente López Obrador, el empresario anunció ayer que demandará al vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas y a su equipo por la difusión del expediente de su litigio en materia de impuestos.
En las cuentas oficiales del gobierno federal se colocó un informe de “la situación de Grupo Salinas ante la Hacienda Pública”, donde le atribuyen una deuda de 63 mil millones de pesos al SAT. La administración de AMLO infringió varias leyes al difundir un caso actualmente en los tribunales.
Desde antes de iniciar este sexenio, Salinas Pliego se volvió un dinámico usuario de las redes sociales, sobre todo para atajar las críticas a sus empresas. De unos meses a la fecha, empezó a utilizar sus cuentas para manifestar lo que no le parecía de esta administración encabezada por quien todavía considera su amigo Andrés Manuel. El tono subió el año pasado, cuando calificó a los nuevos libros de texto de educación básica como “comunistas.
Uno de los episodios qué marcó para siempre la relación de Salinas Pliego con el gobierno, fue la difusión de una falsa noticia relacionada a la situación financiera de Banco Azteca. Por semanas, en las redes se diseminó la información de que el banco estaba al borde de la quiebra, que se había quedado sin dinero y “recomendaban” a clientes que mejor sacaran sus recursos de la institución. Como consecuencia, se estima que el banco perdió de un 10 a 15 por ciento de los cuentahabientes.
Salinas Pliego ha acusado directamente al vocero Jesús Ramírez Cuevas de esta campaña negra y al mismo tiempo, elevó el nivel de crítica al gobierno en temas como la seguridad, las obras faraónicas, medio ambiente, corrupción y falta de transparencia.
Recientemente, en la reunión que organiza a inicios de año en su hacienda Jalmolonga en Malinalco, Estado de México, anticipó a los ejecutivos de sus empresas la andanada de ataques que esperaba, además de la estrategia para enfrentarlos. Les mostró cuáles cuentas y usuarios de redes son los más activos contra él, sus negocios y la línea editorial de su televisora.
Pero además, les anunció que a partir del lunes 3 de junio, un día después de las elecciones presidenciales, entrará de lleno a la política. No especificó la forma en la que lo hará, pero sí dejó claro que defenderá sus intereses y su legado desde la misma arena en la cual ahora es atacado.
Hay quienes piensan que puede ser neutralizado por el gobierno federal, pero estamos ante el primer caso de un empresario influyente que, de ser cercano, se ha convertido en un adversario de la 4T. Pese a las advertencias, se le ve echado para adelante y pensando en lo que sigue después de que AMLO deje Palacio Nacional. Se entiende que el gobierno responderá. El final de este desencuentro es de pronóstico reservado.
¿Alguien más levantará así la voz?
POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
COLABORADOR
@CARLOSZUP
MAAZ