Cuando hablamos de movilidad urbana o transporte urbano, nos referimos al conjunto de métodos y sistemas de transporte de pasajeros y mercancías en las ciudades. Es uno de los elementos más importantes en la productividad económica, la calidad de vida de las personas y el acceso a servicios básicos de salud y educación.
En los últimos años las autoridades de la Ciudad de México no han planeado a largo plazo el sistema de movilidad, únicamente se han preocupado por proyectos momentáneos, lo que ha ocasionado que todos los días los capitalinos nos enfrentamos a vagones de metro saturados de gente, avenidas convertidas en estacionamientos, y filas interminables para tomar el metrobus por mencionar solo algunos problemas graves.
La falta de planeación de los gobiernos morenistas en la capital del país y la inexistencia de mantenimiento e inversión en la infraestructura han ocasionado dificultades en el desplazamiento y un gran número de accidentes, algunos muy graves y letales como el de la Línea 12 del Metro. Las vías, puentes y estaciones, requieren urgentemente de mejoras para garantizar la seguridad de la gente. No debemos perder de vista que los accidentes de tránsito también generan costos económicos y emocionales para las familias afectadas.
Por otra parte, existe un contraste enorme en los tiempos de viaje entre las distintas zonas de la ciudad. Algunas personas se enfrentan a recorridos más largos y difíciles debido a la distribución desigual de los servicios y los embotellamientos en áreas específicas. Las personas con menos recursos por lo general sufren más las consecuencias de la movilidad deficiente, y la falta de acceso a transporte público confiable limita sus oportunidades de empleo, educación y servicios básicos.
Estos problemas han repercutido en la vida de los habitantes de la capital del país, pues además de la pérdida de tiempo en el tráfico y el impacto en la salud de las personas, esta situación es desgastante, genera estrés, ansiedad y cansancio.
Todas estas dificultades tienen solución con voluntad, planeación y una correcta aplicación de los recursos. Es fundamental acabar con la corrupción en las concesiones y elaborar políticas públicas integrales pensando en soluciones sostenibles a largo plazo, algo que el oficialismo evidentemente no ha querido hacer.
Los habitantes de la Ciudad de México nos merecemos una adecuada movilidad que facilite el acceso a empleos, viviendas y servicios. Que mejore nuestra calidad de vida y que contribuya al cuidado del medio ambiente. ¡El cambio empieza aquí!
POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL CEN DEL PAN
@MARIANAGC
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