Nos encontramos a menos de cuatro meses de que tengamos en nuestro país, la elección más grande que hayamos tenido ya que se estima que más de 98 millones de electoras y electores podrán ejercer su voto el 2 de junio próximo en donde se renovarán más de 20 mil cargos de elección popular.
Por ello, es fundamental que el Estado mexicano genere todas las condiciones de seguridad y salvaguarda para todas las instancias involucradas en el proceso electoral que garanticen una elección segura, participativa y en paz.
No obstante, existen diversos reportes que refieren una serie de datos que son dignos de señalar. Por ejemplo, de acuerdo con Data Cívica, que cuenta con una investigación sobre el estudio de la violencia del CIDE, que monitorea la violencia criminal-electoral, refiere que “De 2018 a lo que va de 2024 se han registrado en México 1,632 ataques, asesinatos, atentados y amenazas contra personas que se desempeñan en el ámbito político, gubernamental o contra instalaciones de gobierno o partidos”.
Refiere, además, que “… la violencia electoral se ha convertido en una herramienta del crimen organizado para influenciar la vida pública de estados y municipios”. Por entidad federativa, Guerrero se han registrado el 11.5% de los ataques, seguido de Oaxaca, Guanajuato y Veracruz que juntos representan el 38.2%.
De acuerdo con el investigador Víctor Hernández Huerta el proceso electoral 2017-2018 se había caracterizado por ser el más violento, incluso a solo unos meses de la elección de 2018 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos manifestó su preocupación por los niveles de violencia en México.
Para el proceso electoral 2020-2021, Noria Research refirió que fueron cometidos 101 homicidios de políticos que se contabilizaron de septiembre de 2020 al día de la jornada electoral; se contabilizaron 157 incidencias de violencia tales como amenazas, atentados, dsapariciones forzadas, entre otras.
De este interesante estudio resalta que en el periodo en que se realizaron las campañas electorales es donde se registró mayor incidencia de violencia alcanzando un 64%, seguido de las precampañas con un 20.2% y la jornada electoral con el 3%.
Asimismo, de acuerdo con la firma de inteligencia DataInt, entre el primero de julio de 2024 y el 15 de enero de este 2024, se han registrado 58 personas asesinadas; 14 eran aspirantes a alguna precandidatura de elección popular: 15 eran familiares de un grupo político y 27 integrantes de algún partido político.
Ahora bien, ¿influye el crimen organizado en las elecciones? Además de lo ya referido, la Consultora Integralia en un documento denominado “Crimen organizado y el proceso electoral 2020-2021”, refiere que el “… crimen organizado busca controlar gobiernos locales para acceder a información privilegiada, obtener el resguardo de las policías municipales y acceder a recursos públicos.
Interfiere en los procesos electorales a través de actos de violencia política, financiamiento de campañas, injerencia en procesos de selección de candidatos y actos de intimidación y coacción de votantes y operadores políticos”.
Consecuentemente, podemos presuponer que entre los aspectos en que el narcotráfico pudiera estar presente encontramos la violencia política tales como amenazas, secuestros, agresiones y asesinatos; el financiamiento de campañas a través de recursos de procedencia ilícita; control de la selección de candidaturas; intimidación y coacción de votantes; violencia en las casillas, entre otros.
Por si fuera poco, de acuerdo con la Administración de Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos, de agosto de 2023 refirió que existe presencia de cárteles en 21 de los 32 estados de la República mexicana.
Por consiguiente y ante la elección en puerta, el Gobierno de México debe garantizar la seguridad de las instituciones encargadas del desarrollo, operación y calificación de las elecciones; de los institutos políticos participantes, en su oportunidad de las y los
candidatos y, sobre todo, de la ciudadanía en general que constituye el primer activo de todo sistema democrático.
Ya se han registrado importantes convenios y mesas de seguridad en la materia pero me parece que, para esta elección, se necesitará más vigilancia y seguimiento en favor de contar con una elección en donde las y los ciudadanos de este país decidan en libertad y en paz, el rumbo de este país.
POR FERNANDO DÍAZ NARANJO
COLABORADOR
MAAZ