AIRE PARA PENSAR Y DEJAR PENSAR

Amor al arte. El arte de amar

Venimos de la semana del arte y estamos cruzando la semana del amor. ¿Qué relación hay entre estos dos universos?

OPINIÓN

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Paola Albarrán / Aire para pensar y dejar pensar / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Que convergen, que se repelan, que a falta de uno, nace el otro. ¿Qué es consecuencia de qué? ¿Qué fue primero? ¿El huevo o la gallina?

Tanto amar como crear es ir más allá de lo evidente. Es plasmar tu alma intangible en algo que pueda ser congruente para los demás. Es saber dónde está el mensaje, ¿en la pieza?, ¿en el discurso?,¿en el espectador?, ¿en completar la obra con tu interpretación?, ¿en crear un diálogo atemporal?, ¿en contestar las preguntas filosóficas eternas que acompañan a la existencia humana?

¿Dónde está el arte? En un lienzo, en una pieza, o a través de ella. ¿Dónde está el amor? En una persona, en un espejo, en una idea, en una utopía. El arte y el amor son esos motores que nos conducen en la vida, en un viaje dentro y fuera de nosotros.

Tanto el artista como el espectador que resuena con la obra, siguen tejiendo historias vivas. ¿Qué sentimos cuando estamos frente al David de Miguel Ángel? Pasan los siglos y esas piezas inmóviles son capaces de mover hasta lo más profundo dentro de nosotros.

En el arte y en el amor, los blancos, los negros y en la profundidad de los grises, es donde esta el fondo de la historia, los matices. Como se teje y se co-crean al pasar de los años la misma historia una y un millón de veces que jamás será igual.

¿En qué vanguardia o movimiento te encuentras? ¿Con cuál te identificas? ¿Cuáles son esas piezas que resuenan contigo? ¿Cuáles son esas ideas que aún no se han dicho y que están esperándote a ser dichas por ti?

Pero el reto del amor no es que está estático en un museo. Está vivo en las calles, en las casas, en las camas, en el alma. El reto del amor es saber ir coloreando y dibujando, redibujando y volviendo a completar la obra una y mil veces.

Es una obra viva. Que tiene que hacer sinergia con lo que tenemos en la cabeza y entre los brazos. De ser consciente que cuando se habla de amor es saber que estamos pisando tierra sagrada y que debemos cuidar delicadamente aquello que tenemos en un lugar un poco conocido por muchos al que llaman corazón.

El amor es como una escultura, tallada con paciencia y dedicación. Cada gesto, cada palabra y cada mirada son como pequeñas piezas que se unen para formar una obra de arte única. Es una expresión sublime que trasciende el tiempo y el espacio, dejando una huella indeleble en el corazón.

En el arte del amor, no hay reglas ni fórmulas mágicas. Cada obra de arte es única y personal, creada por dos corazones que se encuentran y se entrelazan en un abrazo eterno. Es un viaje emocionante y transformador que nos invita a explorar nuestros propios límites y descubrir la belleza que hay en el amor verdadero.

Hoy en día elementos como la técnica y el hiperrealismo son cosas que se han desdibujado. Creo que hoy vale más el discurso que el arte en sí mismo. Valen más las razones por qué quedarnos del alma, que las de la razón. Vale más sentirnos vivos que sentirnos perfectos. Vale más amar el arte, aunque amar es un arte.

Una obra digna de ser admirada.

POR PAOLA ALBARRÁN

paolaalbarran1@gmail.com 
IG: @paolaalbarran

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