En esta época electoral es necesario reflexionar acerca de cómo estamos educando a nuestras infancias mexicanas con respecto a nuestra política nacional.
Y es que en las aulas mexicanas no existe una materia enfocada específicamente en temas de política -el civismo no es suficiente-, lo cual habla de una falta de formación, indispensable para la vida misma.
La educación política, desde temprana edad, puede sentar las bases para formar ciudadanos comprometidos y conscientes de sus derechos y responsabilidades.
También proporciona a los niños conocimientos sobre cómo funciona el gobierno, los diferentes sistemas políticos y los derechos y libertades fundamentales. Esto les permite tomar decisiones informadas y participar de manera activa en la sociedad en el futuro.
De igual manera fomenta el pensamiento crítico, pues los niños desarrollan análisis. Pueden evaluar y cuestionar diferentes perspectivas, argumentos y políticas, promoviendo así un pensamiento independiente y reflexivo.
Sin embargo, seamos honestos, a ningún gobierno le conviene tener niños que sepan de política, que cuestionen las decisiones gubernamentales y a sus propios políticos.
Como padres, como maestros, y como sociedad tenemos la obligación de generar esta educación en nuestros niños y jóvenes, ellos tienen derecho a estar informados, a conocer quienes son las personas que se dicen preparadas para poner nuestra nación en sus manos.
La educación política brinda a los niños la oportunidad de participar en debates, negociaciones y actividades colaborativas. Esto fomenta el desarrollo de habilidades de liderazgo, como la comunicación efectiva, la empatía y la capacidad de resolver conflictos.
Al comprender cómo funcionan las instituciones políticas y cómo pueden influir en ellas, los niños adquieren un sentido de empoderamiento y confianza en su capacidad para generar cambios positivos en su entorno.
Y ahora, con estas elecciones, en las que además tendremos la oportunidad como nación de tener una presidenta, ¿qué es lo que le estamos diciendo a los niños acerca de lo que sucederá en unos meses?, es difícil de saber.
Lo que sí es un hecho es que cada día México sigue peor en temas educativos, en temas de derechos humanos, en cumplir los acuerdos de protección al medio ambiente y de generar mejores oportunidades laborales.
Ojalá y que desde los hogares seamos responsables de brindar este tipo de educación política que tanto falta nos hace a todos como nación.
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