COLUMNA INVITADA

Las palabras fallan: Un año desde la masacre del 7 de octubre

Esta guerra nunca debió haber ocurrido. Luego de que Israel se retiró de la franja de Gaza en 2005, Hamás la transformó en una base de terror

OPINIÓN

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Einat Kranz / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Se han escrito innumerables artículos, se han emitido informes, se ha entrevistado a testigos, y aun así, no existen palabras que realmente capturen los horrores vividos en Israel el 7 de octubre.

Terroristas fuertemente armados invadieron pequeñas comunidades para asesinar, torturar, y quemar vivos a personas inocentes. ¿Qué palabras podrían describir esto? Cuando jóvenes fueron cazados en un festival musical, sólo para dispararles, violarlos y secuestrarlos, ¿existe un término preciso para definir esta crueldad? Cuando niños y ancianos son secuestrados y llevados a los túneles de Hamás, ¿existe en el vocabulario algo que exprese esa inhumanidad?

Las palabras fallan. Las imágenes pueden ofrecer un testimonio auténtico. Fotos y videos, tomados por los mismos terroristas, crearon algunos de los relatos más desgarradores de la masacre. Muchas familias se enteraron del destino de sus seres queridos mediante grabaciones o mensajes de texto enviados cuando estaban a punto de morir.

En el pasado, Israel no distribuía imágenes gráficas del terrorismo por respeto a las víctimas, pero cambió su política el 7 de octubre en respuesta a los esfuerzos por negar la carnicería de ese día.

La negación de la masacre es un componente de la campaña para minimizar el peligro que Hamás y sus aliados representan. Esta ofensiva también ha alimentado la ola de antisemitismo surgida en el mundo.

El 7 de octubre no terminó el 7 de octubre. La pesadilla continúa para las 101 mujeres, hombres y niños aún secuestrados en Gaza. No sólo no terminó ese día, sino que se expandió. Mientras Hamás seguía atacando, Irán y sus aliados se unieron, comenzando el 8 de octubre cuando Hezbolá lanzó los primeros de más de 9,000 cohetes y misiles contra territorio israelí.

Esta guerra nunca debió haber ocurrido. Luego de que Israel se retiró de la Franja de Gaza en 2005, Hamás decidió transformarla en una base de terror con el objetivo de destruir el estado judío y reemplazarlo por un califato.

Las hostilidades podrían cesar de inmediato, pero Hamás se niega a dejar las armas y liberar a los secuestrados, lo que salvaría vidas en ambos lados. Guiado por el extremismo religioso, la organización terrorista ha jurado repetir la masacre, y recientemente se supo que Hezbolá planeaba un ataque similar al norte de Israel.

Las palabras fallan. Las imágenes fallan. Pero hay algo que no fallará: la determinación de Israel de evitar una repetición de las atrocidades del terrorismo.

No hay forma de retroceder en el tiempo, pero es posible prevenir futuros ataques. Por ahora, el 7 de octubre debe conmemorarse defendiendo la verdad, honrando a las víctimas y luchando por la liberación de los rehenes.

Hacemos un llamado a nuestros amigos mexicanos: presten su voz a esta causa justa. Apoyen a Israel y a sus aliados en su lucha para proteger los valores de la democracia y la libertad; porque la alternativa —la ideología extremista yihadista— busca arrastrar al mundo libre hacia una realidad de violencia y opresión.

*Embajadora de Israel en México

@EinatKranz

EINAT KRANZ NEIGER

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