RETOS GLOBALES

La IA y el mercado laboral mundial

Si bien observamos iniciativas en los foros mundiales para regularla y aprovecharla, el problema es que la tecnología avanza más rápido que los gobiernos

OPINIÓN

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Carlos de Icaza / Retos Globales / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

António Guterres, secretario General de la ONU, señaló la semana pasada en el Foro Económico Mundial de Davos que cada avance en la Inteligencia Artificial (IA) generativa, incrementa la amenaza de consecuencias no deseadas. 

Asimismo, enfatizó la necesidad de que los gobiernos trabajen con las empresas de tecnología para desarrollar marcos de gestión de riesgos y mitigar posibles daños futuros, en alusión a un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el impacto de la IA en el mercado laboral mundial.

Los resultados del documento pueden consultarse en el blog del FMI, resumidos en un artículo publicado el pasado 14 de enero, por su directora,  Kristalina Georgieva, donde hace notar que el rápido avance de la Inteligencia Artificial ha cautivado al mundo, provocando entusiasmo y alarma, y planteando importantes interrogantes sobre su impacto potencial en la economía global.

Los hallazgos del estudio son sorprendentes: casi 40% del empleo mundial está expuesto a la IA. Según esto, históricamente la automatización y la tecnología de la información han tendido a afectar las tareas rutinarias, pero una de las cualidades que distingue a la Inteligencia Artificial es su capacidad para impactar trabajos altamente calificados. 

De acuerdo con el análisis del FMI, en las economías avanzadas, alrededor de 60% de los empleos pueden verse afectados por la IA. Cerca de la mitad de los empleos expuestos podrían beneficiarse de la integración de esta tecnología, lo que desde luego mejoraría la productividad. 

Por lo que se refiere a la otra mitad, las aplicaciones de Inteligencia Artificial pueden ejecutar tareas clave que actualmente realizan los humanos, lo que evidentemente impactará la demanda laboral y, en consecuencia, se traduciría en salarios más bajos y una reducción de la contratación. En los casos más extremos, algunos de estos puestos de trabajo pueden desaparecer.

En cambio, en los mercados emergentes y los países de bajos ingresos, se espera que la exposición a la IA sea de 40% y 26%, respectivamente. Estos hallazgos sugieren que las economías de mercados emergentes y en desarrollo enfrentan menos perturbaciones inmediatas derivadas de la Inteligencia Artificial. 

Al mismo tiempo, muchos de estos países no tienen la infraestructura ni la fuerza laboral calificada para aprovechar los beneficios de la IA, lo que aumenta el riesgo de que con el tiempo la tecnología pueda empeorar la brecha entre las naciones. 

Finalmente, el estudio concluye que, en la mayoría de los escenarios, la IA probablemente empeorará la desigualdad, una tendencia preocupante que los responsables de políticas públicas deben de tomar en cuenta para que la transición a la Inteligencia Artificial sea más inclusiva, protegiendo los medios de vida y el mercado de trabajo. Si bien observamos múltiples iniciativas en los foros internacionales para regularla y aprovecharla para el bien de la humanidad, el problema es que las tecnologías avanzan más rápido que los gobiernos. 

POR CARLOS DE ICAZA
EMBAJADOR EMÉRITO DE MÉXICO Y EX SUBSECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES

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