DES... PROPÓSITOS

Barbieheimer: Suceso cultural

Dos películas no sólo rompieron récords de ventas impuestos en 2019 por la cinta Avengers, sino que provocaron una euforia como la de antaño

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El pasado fin de semana se estrenaron a nivel mundial las películas “Barbie” y “Oppenheimer”, y generaron un verdadero torbellino. No sólo rompieron récords de ventas impuestos en 2019 por la cinta Avengers, sino que provocaron una euforia como la de antaño, cuando no existían las ventas de películas vía streaming. El éxito de ambos filmes fue avasallador. Barbie registró ventas por cerca de 300 millones de dólares en sus tres primeros días, en tanto Oppenheimer vendió boletos en taquillas por un total de 180 millones.

Por supuesto que el gran éxito de ambas películas obedece en mucho al mercadeo realizado a todos niveles, pero ha sido muy interesante observar la reacción del público, que no se vio en el lanzamiento de estrenos como Misión Imposible o Sonido de Libertad, que también tuvieron intensas campañas publicitarias pero no alcanzaron el fulgor de aquellas.

Barbie, comedia a partir de la existencia de un juguete, y Oppenheimer, película biográfica acerca del padre de la bomba atómica, muestran efectos técnicos bien logrados, en particular los de Oppenheimer. Quizás lo que más ha llamado la atención ha sido el impacto enajenante y publicitario de Barbie. Pocas veces se había visto que los adeptos al tema acudieran a las salas de cine ataviadas con prendas de vestir, zapatillas, bolsos, diademas, o demás en color de rosa y, naturalmente, comportándose como Barbies.

No sólo eso, las y los aficionados al mundo de la Barbie, que en este 2023 cumpliría 64 años, salieron a comprar artículos como vasos, termos, peinetas, autos corvette rosas a escala, como si con ello se trasladaran al virtual mundo feliz de Barbie, en el que en alguna vez soñaron durante su niñez o juventud y hoy, ante los cataclismos y estreses de nuestra vida diaria, todavía añoran.

La esperada película fue también un éxito porque a diferencia de lo que siempre se atribuyó al personaje de Barbie, una muñeca bonita, dulce y complaciente, envía un mensaje por el empoderamiento de la mujer.

La exhibición de Barbie también ha sido impactante ante el entusiasmo de ciertas capas sociales por acudir presencialmente a los cines; en una especie de ansiedad por reencontrarse con algo que fue parte de nuestras vidas , cuando se acostumbraba ir al cine en compañía de los amigos o parejas, tanto salir de la monotonía diaria como por la oportunidad de socializar con otras personas, iniciar una posible relación amorosa, encontrarse algún conocido o de adentrarse en un tema que habría de ser comentado los días siguientes.

El “ir al cine” era una costumbre que a mucha gente gustaba y que se fue perdiendo con la aparición y aislamiento social provocado por la tecnología del “streaming”.

Se antoja que reacciones sociales como las que se ven ahora en materia cinéfila podrían derivar en otros ámbitos, como el de la política, donde la sociedad saliera masivamente a las calles y se manifestara en favor de mejores gobiernos, más responsables y más democráticos.

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA

ANALISTA POLÍTICO

MAAZ