MOLTI DIVERSI

Los datos curiosos de 100 años de soledad

En mayo de 1967, se publicó Cien años de soledad y más de 50 años después sigue siendo lectura obligada para comprender el mundo del realismo mágico

OPINIÓN

·
María del Mar Barrientos / Molti Diversi/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

En mayo de 1967, hace 56 años se publicó la obra literaria Cien años de soledad del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Yo leí en preparatoria este libro, hace más de 15 años, y es por esto que me dediqué a escribir. 

Desde que lo leí me significó un gran reto, desde hacer el árbol genealógico de la familia Buendía, hasta comprender los tintes característicos del realismo mágico, pero si algo tengo claro es que me enamoré de Gabo, me enamoré de Macondo y me enamoré de leer y comencé a escribir. Es por esto que en esta columna, en este mes en el que una de las obras más importantes se publicó, podemos hablar de los datos curiosos que tienen que ver con el escrito de la familia Buendía. 

Primero, Gabo, como se le conoce a Gabriel García Márquez tardó 15 años en escribir este libro. Macondo, el nombre de la aldea donde se lleva a cabo la trama de la historia, era el nombre de una finca que se dedicaba a la producción de plátano, muy próxima a Aracataca, pueblo natal del colombiano. Cuando se habla de “conocer el hielo” es porque Gabo fue gran admirador del poeta Rubén Darío, y ambos compartieron la experiencia de conocer el hielo en la niñez gracias a sus progenitores. 

La muerte es un tema que toca en el libro, al igual que la guerra porque el abuelo de parte de su padre huyó al pueblo de Aracataca tras matar a un hombre en un duelo y también fue partícipe de la Guerra de los Mil Días. El personaje de Úrsula Iguarán es un homenaje a su abuela que se llamaba Tranquilina Iguarán Cortés, una nieta de españoles que acogía a los muertos con la misma naturalidad que a los vivos. Cuando Remedios la Bella se eleva al cielo mientras estaba doblando sábanas, tiene que ver con que Gabo tenía una hermana que se fue a vivir con un hombre sin estar casada, y cuando los vecinos se preguntaban por ella, le decían que estaba “doblando sábanas” porque les daba vergüenza decir la verdad.

Uno de los personajes principales, Aureliano Buendía está inspirado en el Che Guevara y en el abuelo de Gabo, Nicolás Márquez, quien también fue coronel, quien a su vez se basó en esto para escribir su otra novela llamada: El Coronel no tiene quien le escriba. 

El escritor vivió con sus abuelos y sus tías en una casona, en donde las mujeres le transmitieron la visión hogareña que reflejó en su libro. Y por último, otro de los datos curiosos de este clásico, es que para Gabo nunca fue su libro favorito, ni lo pensaba el mejor. 

Esta novela es considerada por los académicos como un texto de trascendencia universal. Es más, el diario ibérico El Mundo la incluyó en la “lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX”. Por su parte, el periódico galo Le Monde la menciona entre los “100 mejores libros del siglo XX”, y uno de los 100 mejores libros de todos los tiempos según el Club de Noruega. Y es que Macondo, los Buendía, Úrsula, el Coronel, y los escritos de nuestro Gabo, son suficientes para seguir sintiendo, aunque pase el tiempo, cien años de soledad. 

POR MARÍA DEL MAR BARRIENTOS
MARIMAR.BARRIENTOS@ELHERALDODEMEXICO.COM
@MARIMARBAT

MAAZ