DESDE AFUERA

El circo Trump

El problema está en el magnate y lo que representa, es el líder de un sector en Estados Unidos que se siente resentido y muy marginado

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Fue un circo. Uno de esos espectáculos que sólo pueden darse en Nueva York y con el concurso de los neoyorquinos. Fue brillante, exótico y hasta divertido en apariencia, pero con profundos tonos de amenaza.

La presentación de Donald Trump ante una corte estatal de Nueva York para ser indiciado por 34 cargos, ser fotografiado e imprimir sus huellas dactilares como prolegómeno de un juicio en su contra, fue como una de esas ferias con fenómenos y alambristas.

Pero al mismo tiempo fue preocupante.

El problema no es la atmósfera circense en las calles alrededor del edificio de cortes penales de Nueva York y los desfiguros de presuntos partidarios o adversarios de Trump por llamar la atención. En las horas antes de la presentación legal, anotó una reseña, hubo tantos periodistas como manifestantes. Era un espectáculo, uno que comenzó la víspera con la transmisión televisada del momento en que Trump salió de su residencia y se dirigió al aeropuerto para abordar su avión y viajar de Florida a sus antiguos lares de negocios.

Es el estilo de la ciudad y del personaje, aunque también es cierto y no puede olvidarse que se trata del primer expresidente estadounidense en ser investigado y acusado de delitos de fraude como prolegómeno a lo que suceda en otras dos indagatorias, mucho más serias, que incluyen su intento de interferir en las elecciones de 2020 e incitar a la asonada del 6 de enero de 2021.

El problema está más bien en Trump y lo que representa. No sólo es un expresidente, o un aspirante a la candidatura presidencial de su partido, sino también el líder, a querer o no, de un sector que recuerda haber sido el eje económico y político de la sociedad estadounidense, pero hoy se encuentra más y más resentido, marginado, cortado de una economía que dejó atrás a sus integrantes y los hizo vulnerables a demagogos y populistas.

Trump ha sido definido como un estafador, un hombre hecho de muchas apariencias y pocas realidades, pero se erigió en ídolo para ese sector, con posturas y frases simbólicas, patrióticas, que resonaron entre sus ahora seguidores.

Y si se agrega por un lado que de acuerdo con los primeros reportes, las 34 acusaciones por manejos fraudulentos presentadas el martes en Manhattan parecen menos claras y definidas que el ideal de los expertos legales, y por otro que Trump busca presentarse como víctima de una persecución política...

El principal problema de la acusación actual es la posibilidad de que Trump sea declarado inocente, una posibilidad que no sería remota para alguien que como el exmandatario ha enfrentado más de 4 mil juicios por sus prácticas empresariales.

Tal posibilidad validaría su conducta y la de sus seguidores.

El de Manhattan es el primer de los tres shows jurídico-políticos que tendrán a Trump como estrella, seguidores entusiastas y un público cautivo. Pero en ellos puede estar en juego la democracia de Estados Unidos.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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