Optimismo y seguridad viajan en el mismo trineo navideño.
Los mejores datos económicos de esta administración, incluso aun considerando cierto repunte inflacionario, se encuentran en este fin de año. Un poco de mayor liquidez decembrina al alcance de las familias puede bien acompañarse de esquemas de seguridad ante los desafíos habituales y los traídos por la Inteligencia Artificial.
Podemos apartarnos de los riegos derivados del comportamiento estacional de la delincuencia, siempre concentrada en actualizar delitos como robo a casa habitación en ausencia de vacacionistas, defraudadores de viajes y los colocadores de préstamos extorsivos de quienes llamamos montadeudas con apps.
Los indicadores económicos muestran una recuperación significativa en el consumo —según el INEGI con un avance de 0.8 por ciento mensual, principalmente en bienes y servicios— y se anticipa mayor confianza ciudadana.
Este fin de año es particularmente atractivo para los delincuentes, especialmente ante el acelerado desplazamiento delictivo hacia el mundo digital.
Aunque en el país, y con especial profundización en la Ciudad de México, hay una tendencia a la baja en prácticamente todos los delitos, abrir la puerta a los excesos de confianza pone en riesgo nuestro patrimonio.
En la capital nacional Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno y ahora Martí Batres, en diálogo y construcción interinstitucional y ciudadana han posibilitado la disminución de hasta 55.5 por ciento en delitos de alto impacto.
Todas y todos saben la insuficiencia de ese resultado y conocemos del vínculo entre el aumento de la denuncia y la capacidad legal de persecución del delito. Eso supone la necesidad de un mayor compromiso de empoderamiento tanto de instituciones como ciudadanos para disminuir el riesgo de la depredación patrimonial en este Navidad próxima.
Contra el riesgo de uso delictivo de la Inteligencia Artificial destaca la oportunidad de una cautela específica contra el fraude y la extorsión: comunicarse con los integrantes de la empresa, las familias, los gobiernos y establecer códigos y acuerdos ante las falsas historias delincuenciales basadas en la promoción del temor o de promoción de pseudoportunidades de compra venta de bienes y servicios. La ausencia de comunicación interna informada es la plataforma usada por los delincuentes.
Una de cada cuatro de las estafas proviene de transacciones en internet según sabemos en el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, ya hay además varios casos de utilización de voz artificial replicada para engañar.
La duda respecto de la historia del delincuente es el punto de partida de la seguridad personal. Tengamos códigos o palabras clave para corroborar la veracidad de un mensaje de audio.
La temporada navideña es una oportunidad para autorregalarse cautela y prevención.
POR SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS
Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX
@guerrerochipres
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