COLUMNA INVITADA

Un delicado equilibrio

El hecho más significativo es que este volumen constituye la cifra más alta de importaciones de gas natural proveniente de Estados Unidos registrada hasta ahora para un periodo similar

OPINIÓN

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Emilio Suárez Licona / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el ámbito energético, recientemente se ha venido discutiendo con especial interés en torno a los datos revelados por la Administración de Información Energética de Estados Unidos, los cuales señalan que, entre enero y septiembre de este año, México importó desde aquel país un récord de 6,181 millones de pies cúbicos diarios, un incremento del 6.3% en comparación con el año anterior. Esta cifra implica que nuestro vecino del norte suministra a nuestro país el 30% de su vasta producción de gas natural, lo cual deja de relieve nuestra creciente dependencia energética.

El hecho más significativo es que este volumen constituye la cifra más alta de importaciones de gas natural proveniente de Estados Unidos registrada hasta ahora para un periodo similar. Por lo que si bien la eficiencia y la abundancia del gas estadounidense han sido beneficiosas para nuestro país ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a depender de una sola fuente?

El análisis detallado de las exportaciones estadounidenses revela una interesante diversificación en sus destinos. Aunque México sigue siendo el principal receptor con un 69% de las exportaciones a través de ductos, el mercado norteamericano ha iniciado una estrategia para llegar a nuevos horizontes, explorando oportunidades en mercados como China, Indonesia, Italia, Japón, Portugal, Tailandia y el Reino Unido.

Este cambio en la estrategia comercial de Estados Unidos plantea interrogantes sobre la estabilidad de nuestro suministro energético y la posibilidad de enfrentar fluctuaciones en los precios internacionales del gas natural. A pesar de que México ha logrado un aumento del 7.3% en la producción nacional de gas natural entre enero y octubre, alcanzando un total de 4,339 millones de pies cúbicos diarios, aún estamos lejos de ser autosuficientes.

Según la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el 95% de esta producción proviene de Pemex, mientras que el 5% restante es contribución de empresas privadas. Sin embargo, ¿Resulta sostenible depender en gran medida de una sola empresa para satisfacer nuestras necesidades energéticas?

En el juego geopolítico de las energías, nuestro país se encuentra en una posición vulnerable. En tales circunstancias, resulta necesario que exploremos y fomentemos inversiones en energías renovables y otras fuentes alternativas para diversificar nuestro portafolio energético y garantizar nuestra seguridad en el futuro, pues, aunque las importaciones de gas natural estadounidense han aliviado la dependencia del petróleo y han reducido los precios de la electricidad, también han expuesto a México a riesgos de suministro, lo que podría obstaculizar el crecimiento económico.

Por ello, el dilema mexicano es un delicado equilibrio tanto para los compradores de energía a largo plazo como para el gobierno. Aunque el gas natural proveniente de Estados Unidos ha ayudado estabilizar los precios de la electricidad y brinda confiabilidad a la red eléctrica debido a la termodinámica de las centrales que funcionan gracias a dicho combustible, una excesiva dependencia nos coloca en una posición desfavorable, tanto en términos de riesgo como desde una perspectiva geopolítica.

POR EMILIO SUÁREZ LICONA
CONSULTOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA
@EMILIOSL

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