¿Y SI EXPONEMOS LA VIOLENCIA DE GÉNERO?

Violencia de género y violencia laboral

En la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia  laboral es una forma de abuso de poder cuya finalidad es excluir, aislar o someter al otro

OPINIÓN

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Brenda Borunda / ¿Y si exponemos la violencia de género? / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¡Mi jefe me violenta!  La lucha por la erradicación de la violencia de género ha tomado una importancia especial en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Cada día se tienen más líneas y protocolos definidos que ayudan a detectarla.

Una de cada tres mujeres ha sufrido algún tipo de violencia en cualquiera de sus formas. La violencia de género está ligada de una manera especial a la cultura del trabajo, en donde se replican estas formas de violencia pero fuera de la esfera privada. La Organización Internacional del Trabajo se ha encargado y ha puesto principal atención para incluir acciones enfocadas a eliminarla y visibilizarla.

En la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia  laboral es una forma de abuso de poder cuya finalidad es excluir, aislar o someter al otro. El abuso de poder y el control, son las principales características, mismas que están sustentadas en estereotipos machistas.

La vulnerabilidad de las mujeres en el ámbito laboral,  la falta de oportunidades, así como la falta de toma del control de nuestra vida, generalmente nos detiene. Ser cabezas de familia obliga a ser el sustento económico de casa y de los hijos, permitiendo muchas veces abusos por necesidad.

La violencia laboral ha alcanzado el 44% del total de trabajadores, mismos que se han atrevido a denunciar. Esta violencia esta ligada a la violencia de género, porque presenta las mismas formas, y  existe un violentador activo, que generalmente también ejerce esta violencia en casa.

El hostigamiento y acoso sexual son formas de violencia con connotación lasciva en la que hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, y su diferencia es la subordinación. 

La vida laboral se ha convertido en otro obstáculo al cual nos enfrentamos, entre más altos son los puestos, tenemos menor posibilidad de acceder a ellos. Este fenómeno nace debido a la falta de apoyo para poder cumplir nuestras obligaciones. El cuidado de los hijos, el embarazo y las incapacidades que por ley nos corresponde, nos pone en una situación de ser  menos competitivas, perpetuando así la creencia machista de la falta de capacidad de las mujeres. 

México necesita mujeres, mujeres dispuestas a enfrentar estas desigualdades, y elevar la voz para hacer un verdadero cambio. México ya está listo y llegó a lo que mucho tiempo soñamos: una mujer presidenta.

POR BRENDA BORUNDA
@BRENDABORUNDA
LICENCIADA EN DERECHO Y MÁSTER EN ESTUDIO Y PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO POR LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA / EXDIPUTADA FEDERAL DE LA LXIII LEGISLATURA DEL CONGRESO DE LA UNIÓN

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