COLUMNA INVITADA

Pemex no deja buenas cifras: retos por delante

Se registraron pérdidas por 79 mil 134 mdp en el tercer trimestre del año, un incremento en este rubro que representa 52%, respecto al mismo periodo de 2022

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los balances financieros y comerciales en cualquier empresa son cruciales para entender su funcionamiento operativo y administrativo, así como para dilucidar sus alcances hacia el futuro. Esta información también ayuda a vislumbrar los alcances económicos y la capacidad de resiliencia que puede llegar a tener una organización frente a obstáculos como la incertidumbre o la retracción en los mercados internacionales. En este sentido, Pemex no es la excepción, debido a que la eficiencia de sus recursos debe ser constantemente monitoreada y valorada por múltiples razones entre las que destacan, la importancia que tiene para las finanzas públicas nacionales en un presente, pero, sobre todo, en el futuro inmediato, debido a la guerra comercial que se cierne en el sector de los energéticos.

El papel de una compañía como esta para un país como México, es vital, debido a que en ella reposan las reservas de combustibles fósiles y energéticos necesarios para no ser dependientes de otras naciones y, sobre todo, incrementar a niveles exponenciales el desarrollo de sus cadenas de valor e innovación. Pensar en estabilidad económica, sin la suficiencia energética en el siglo actual, es no entender la trazabilidad de las cadenas productivas en el mundo.

Por todo ello, es crucial para la economía nacional, dilucidar lo que, en el reporte enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, informó la petrolera mexicana con relación al periodo de julio a septiembre pasados en donde se registraron pérdidas por 79 mil 134 millones de pesos durante el tercer trimestre del año, un incremento en este rubro que representa el 52 por ciento, respecto al mismo periodo de 2022.

Este decrecimiento se debió a una baja en los precios de los hidrocarburos, la disminución en sus ventas y la variación cambiaria producto de la depreciación del peso, la cual fue de 3.3 por ciento. Toda esta inercia negativa en conjunto borró casi todas las ganancias que se obtuvieron durante el primer semestre de 2023.

¿Pero si la incertidumbre en los mercados internacionales y, sobre todo, la intensa volatilidad en los precios de los combustibles es tan difícil de prever dado el contexto internacional geopolítico altamente inestable, que se puede hacer para tratar de estar mejor preparados?

La respuesta a dicha interrogante, deben ser necesariamente los estudios prospectivos y, sobre todo, la modernización de los servicios de inteligencia corporativa orientados al análisis del entorno competitivo. De esta manera, la información que se generará alrededor a dichos tópicos podría servir para ajustar, modificar o consolidar las estrategias comerciales y los alcances económicos que se vayan desarrollando.

En resumen, es importante entender las cosas en perspectiva, pero fundamental visualizarlas en prospectiva.

 En otras palabras, se trata de contar con información privilegiada que ayude al director de Pemex y a sus autoridades, a tomar decisiones estratégicas tratando de anticipar con la mayor prontitud posible las posibles tormentas económicas que se estuvieran gestando en el ambiente comercial, debido a los cambios geopolíticos en conflictos como medio oriente o Rusia.

El futuro como es sabido, no se puede conocer con exactitud, pero si se pueden mitigar sus efectos antes de que se conviertan en crisis insuperables o muy costosas para las finanzas del Estado.    

Ahora bien, si la inercia negativa en el manejo de la información utilizada para divulgar los resultados de los balances comerciales de esta compañía no es bien comunicada, la especulación y, sobre todo, el daño reputacional podría tomar como rehenes a los futuros inversionistas nacionales y extranjeros, cerrando oportunidades de negocio e inversión en el futuro próximo para la paraestatal. Por todo ello, es importante que el mensaje y los tiempos en que se comuniquen esta clase de balances, no abran la puerta a la especulación y la incertidumbre económica.

Por otra parte, es primordial que la actual administración priorice y jerarquice las inversiones inmediatas, así como las que deban realizarse en el futuro inmediato, ya que, de esta manera, se estará apoyando la edificación del gasto corriente con relación a la inestabilidad en los mercados internacionales que de seguir como hasta ahora podría incrementar costos de manera exponencial en materiales útiles para el mantenimiento de la infraestructura petrolera nacional, lo que podría ocasionar aún más perdidas.

Como se ha podido apreciar, la caída en los precios del oro negro en el mundo es un indicador que debe tenerse en consideración en una economía como la mexicana, la cual, a lo largo de su historia, ha estado acostumbrada a sufrir exabruptos y depender abiertamente de la salud financiera que presentan otros mercados; sobre todo, de los precios establecidos por la OPEP, medio oriente y Estados Unidos.

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

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