Apenas en el año 2015 se hizo oficial en México la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la cual los reconoce como personas capaces de defender y exigir el cumplimiento de sus derechos, además, estipula que la familia, el estado y la comunidad tienen la responsabilidad de ayudar a garantizar y promover la aplicación de los veinte derechos establecidos en la Constitución.
Algunos de estos derechos son: tener una vida libre violencia, educación, cuidado, protección de su salud, a no ser discriminados, a vivir en bienestar, al descanso y esparcimiento, a tener sus propias creencias, participar con ideas y opiniones en las actividades sociales así como tener acceso a las tecnologías de la información y comunicación.
Quizá para varias personas el ejercicio de estos derechos forma parte de su forma de vida y eso nos da la sensación que hemos avanzando como sociedad, pero no es verdad, aún hay millones de niños, niñas y adolescentes que no tienen acceso a ningún derecho y si lo tienen es porque trabajan para ganárselo.
De acuerdo con los resultados del Ranking de la pobreza en Primera Infancia (Coneval, 2021) una de cada dos niñas y niños menores de seis años en nuestro país viven en pobreza, y una de cada 10 está en situación de pobreza extrema. Cuando tienes la oportunidad de platicar con infantes que viven en estas condiciones, una vida con derechos parece un cuento de hadas, una realidad lejana y tenerla sería como un milagro.
A las orillas de la CDMX, existe un asentamiento llamado Tierra Colorada, en donde viven miles de familias que han tenido que construir de cero las condiciones para una vida digna, no cuentan con los servicios de alumbrado, saneamiento, escuelas, centros de salud, etc. En donde las niñas, niños y adolescentes tienen que abandonar la escuela para ayudar a sus familias con los gastos de alimentación, vivienda y vestido.
Para mejorar las condiciones de los habitantes de esta comunidad, de manera especial de la infancia y juventud, en 2014 se fundó la Asociación de Colonos del Ajusco Medio, A.C. que han puesto en marcha 11 programas para responder a tres de las problemáticas de la comunidad: carencia de conocimientos básicos, niñas y niños que no asisten a la escuela y falta de actividades recreativas.
Entre sus programas está el curso de verano Pirinolas y Fulanitos, Construyendo sonrisas, Cultivando Futuros, Huertos Comunitarios, Economías Solidarias y Radio Comunitaria Tierra Colorada. Para el mantenimiento y continuación de estos proyectos se requiere de recursos. De acuerdo con Erika González, encargada de la Comisión de la Asociación de Colonos del Ajusco Medio, A.C, durante la pandemia las desigualdades sociales se intensificaron, en especial el abandono escolar.
Para impulsar la educación en la comunidad, Erika González y su equipo de trabajo se dieron a la tarea de buscar ayuda para hacer un evento con causa, tocaron varias puertas y solo una se abrió, la Facultad de Música de la UNAM, junto a la cual organizaron un concierto con causa el año pasado, en el que tocó la Orquesta de Jazz de la UNAM.
Evento que fue un éxito y este año se volverá a repetir, será el próximo 1° de diciembre a las 7:00 pm en el auditorio del campus Sur de la Universidad Anáhuac. El costo del boleto es de 150 pesos por persona o hay una promo 4 boletos por 500 pesos. Visita: https://asociacioncolonosajusco.org/ para más información.
POR: DULCE GALINDO VILLA
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