COLUMNA INVITADA

Perlas de solidaridad

A los damnificados de Otis les importa muy poco le hermenéutica de lo negativo

OPINIÓN

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Salvador Guerrero Chiprés/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A los damnificados de Otis les importa muy poco le hermenéutica de lo negativo. ¿Cómo ayudamos es la pregunta?  

Si a unos les es más relevante la atribución de sentido negativo respecto de la foto del presidente Andrés Manuel López Obrador dentro de un jeep atascado, en contraste con la oportunidad de solidaridad organizada con apoyo de la determinación oficial, es su muy legítimo y debatible derecho. La pregunta continúa. 

Será un esfuerzo de largo plazo y nos requiere a todas y todos. Es una nueva oportunidad al iniciarse el largo lapso requerido para acciones específicas desde lo ciudadano y lo social de recuperación socioeconómica de Acapulco.  

Las realidades más que las imágenes de la tragedia, tanto los daños como acciones posteriores generadas por la desesperación, pero también por la rapiña, mueven a la acción ciudadana y a la reconstitución de nuestra cultura cívica e institucional.  

En ese sentido transcurre también el llamado a la solidaridad de la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum, no solamente por sus probabilidades de liderazgo sino por la entidad gobernada por su propio partido para evitar disonancias opuestas al ejercicio social colaborativo a las cuales tienden eventualmente las oposiciones en tiempos preelectorales. 

La resiliencia y experiencia nacional ante el desastre debe reflejarse ahora en una mejor capacidad de respuesta. Ahí sí, evitemos atascar en el lodo de la politiquería nuestra habilidad solidaria. 

En 1997, Paulina, un ciclón con categoría 3 y hasta ese momento el más intenso registrado en Guerrero, dejó más de 300 muertos desde su paso por Oaxaca. Dieciséis años después, aunque Manuel no superó el nivel uno, al combinarse con Ingrid, procedente del Golfo de México, provocó severos daños y fue catalogado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres como “un fenómeno histórico que no se presentaba desde 1958”. 

Los daños provocados por Otis en la Perla del Pacífico apenas son medidos. Hay más de 30 fallecidos por ahora. Se estima en 90 por ciento los hoteles dañados por lo cual la temporada vacacional decembrina se da por perdida y está en riesgo el tianguis turístico de marzo próximo. 

A diferencia de lo ocurrido en otras tragedias, inclusive los sismos de 1985, ahora hay protocolos de operación institucional ante las necesidades de la población. Más de 10 mil elementos del Ejército, Secretaría de Marina y Guardia Nacional llegaron en labores de auxilio y mil Servidores de la Nación levantan un censo casa por casa para conocer las afectaciones. 

La participación en beneficio de las y los damnificados es indispensable: gobiernos, ciudadanía y sectores empresariales —el triángulo virtuoso de la sociedad— hacen esfuerzos por hacer sentir a las y los damnificados que no están solos. 

El impacto de la fuerza de la naturaleza es un doble llamado de atención acerca del cambio climático y de la capacidad nacional de respuesta. Ayudemos, perlas de solidaridad y crítica bienvenidas. Lodo no. 

Salvador Guerrero Chiprés 

Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México 

@guerrerochipres 

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