HIEL Y MIEL

No es lo mismo

La discriminación, el antisemitismo, el exterminio o la deportación son hechos que deberíamos repudiar todos los humanos de este mundo

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No es lo mismo Benjamin Netanyahu que Israel.

Un conservador de ultraderecha, acusado de corrupción, rodeado de los que se conocen políticamente como “duros y con afanes de desaparecer al poder judicial para su beneficio no es ni representa a los israelíes.

No es lo mismo Hamás que el pueblo palestino.

Un grupo terrorista que se convierte en una fuerza política que se aparta de la Autoridad Palestina y cuyo objetivo es la destrucción de Israel no representa a la mayoría de los habitantes de la Franja de Gaza.

No es lo mismo la defensa vigorosa de los derechos humanos en cualquier parte del mundo, que el resurgimiento del antisemitismo.

Actualmente estamos librando una batalla decidida, una vez más, contra todas las discriminaciones: por raza, por preferencia sexual, por género, por clase social. Condenables los insultos y agresiones a la comunidad judía en México y en el mundo. Esto no puede volver a suceder.

No es lo mismo que Israel se defienda de los brutales ataques del grupo terrorista Hamás que sitiar sin agua, comida, medicamentos y electricidad a la ciudadanía palestina para condenarla a muerte.

Afortunadamente, a partir de la visita a Israel del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y de su secretario de Estado, Anthony Blinken, se implementó un corredor humanitario que permite el aprovisionamiento de más de dos millones de personas y su salida del territorio de guerra.

No es lo mismo exigir con firmeza el rescate de los rehenes propios y de todas partes del mundo, que observar con indiferencia la terrible situación que viven inocentes que no forman parte de este grave conflicto.

Las gestiones diplomáticas, la búsqueda de canales de comunicación, el lograr la intervención de eficientes intermediarios para reclamar y luchar por la vida de decenas de personas injustamente prisioneras y utilizadas por los terroristas como moneda de cambio, creo que es la obligación de los mandatarios de los países afectados y de los gobiernos democráticos del mundo. Nada de que yo no me meto porque soy muy respetuoso de la soberanía de otros países. ¡Por favor! A otro perro con ese hueso.

No es lo mismo defenderse de los ataques terroristas de Hamás que violar el derecho internacional contra civiles durante un conflicto.

Un crimen de guerra se define como una infracción grave de la Convención de Ginebra de 1949, misma que establece el marco jurídico para las guerras después de los juicios de Núremberg contra jerarcas nazis. Estas reglas deben ser obedecidas por todos. La tortura, la captura de rehenes, el asesinato, las violaciones son consideradas “atrocidades” sancionadas por estos acuerdos internacionales.

Esto incluye ataques intencionados contra asentamientos humanos indefensos que son objetivos militares.

Muchos creemos que los crímenes de guerra o los llamados crímenes de lesa humanidad constituyen situaciones que ponen en duda el avance de la humanidad. La discriminación, el antisemitismo, el exterminio o la deportación son hechos que deberíamos repudiar todos los humanos de este mundo.

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

 

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