Poseedor de una incomparable trayectoria, el icónico guitarrista Bill Frisell se presentó el pasado primero de octubre en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.
Definir la presencia de Frisell en el escenario no es una tarea sencilla. Por un lado, como testigo de distintos hitos en el desarrollo de la música popular, su imagen es un acto manifiesto de valiosas experiencias acumuladas; por otra parte, la manera de desplegar un sentido de colectividad con sus colegas y el público, permite apreciar la virtud de la escucha que ha desarrollado a lo largo de los años.
Bajo estos términos se puede trazar una ruta que es propia de una carrera sumamente ecléctica. “Esperar lo inesperado”, como el propio guitarrista lo antecedía los días previos a su presentación, es el camino que definió el lenguaje desplegado entre Rudy Royston (en la batería), Thomas Morgan (en el contrabajo) y él cómo faro y ancla.
Cercano a la revitalización de distintas geografías sonoras del folklore norteamericano, Frisell ha explorado en su discografía este interés a través de narrativas que evidencian su amplio bagaje tímbrico, armónico, melódico y rítmico, además del interesante repertorio instrumental (colmado de distintos artilugios) que utiliza en sus grabaciones y conciertos en directo.
En 2022, con el sugerente título: “Beautiful Dreamer”, el periodista Philip Watson publicó una minuciosa radiografía del guitarrista a la cual vale la pena acercarse. En ella se explicitan distintas facetas del músico quien ha colaborado con artistas como John Zorn, Jan Garbarek, Joe Lovano, Paul Motian, Ron Carter, entre una extensa lista. También se puede apreciar el documental realizado por la directora Emma Franz, titulado: “A portrait”, que le permite al espectador aproximarse al protagonista a través de colaboradores y personas afines a su círculo íntimo.
Así, el pasado primero de octubre, mediante temas como Strange meeting, Waltz for hal willner, Lush life, Baba drame, el trio presentó parte del material contenido en su reciente disco titulado “Valentine” (editado por el prestigioso sello Blue Note). Fiel a la idea del proceso y no al objetivo de la ruta, sin lugar a dudas la improvisación fue el elemento clave durante el concierto.
Como es costumbre, comparto las principales redes de Bill, y alguna otra de interés, para que se acerquen a sus actividades y al vasto universo de su obra: billfrisell.com / @bill.frisell
¡Hasta la próxima jazzofilos!
Por Pablo Iván Argüello
Colaborador
@antropologojazz
MAAZ