AGENDA LEVANTINA

Hamas, Israel y el Statu Quo

Israel lleva la aprobación de Estados Unidos y la Unión Europea. Esta última se solidarizó anunciando suspensión de su ayuda a palestinos

OPINIÓN

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Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El recomienzo de hostilidades el sábado pasado en la Franja de Gaza extiende la magnitud del ya de por sí difícil orden de vida en esta zona del mundo.

Luego del ataque de Hamas a Israel, la consecuencia de cohetes no ha cesado, con las bajas en ambos lados, las declaraciones y la tensión generalizada.

Algunas expresiones entre la sorpresa y el apremio son: 11 de septiembre israelí, una nueva guerra de Yom Kippur (1973), El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió venganza y acabar con Hamas, a fin de restablecer el statu quo en Gaza.

Al frente de su coalición, Netanyahu ha impuesto un "bloqueo completo" a la Franja: además de la vigilancia y el contraataque, el ministro de Defensa israelí anunció que no se autorizará ningún suministro de "electricidad, alimento, agua o carburante" a Gaza.
Israel lleva la aprobación de Estados Unidos y la Unión Europea.

Esta última se solidarizó anunciando la suspensión de su ayuda a los palestinos, lo cual es un castigo no al grupo sino a la población. Suspender la ayuda de la UE no castigará a Hamas, que no recibe fondos de Bruselas; en cambio, alcanzará a la Autoridad Palestina (AP) y a la población civil.

De la parte israelí, el aparato de inteligencia y seguridad, de por sí dedicados y ante la afrenta directa, refuerza sus empeños; pero se desenvuelve junto a una coalición del primer ministro, que con su propia trayectoria y tensiones internas, aumenta la condición volátil de la situación.

La represalia puede extenderse a Cisjordania, con campañas militares para erradicar a miembros del movimiento islamista; o proseguir la ofensiva de cohetes con una incursión terrestre en Gaza para destruir a Hamas, como ha prometido. Ante la situación, para el Hezbolá libanés será muy difícil quedarse de brazos cruzados.

En todo caso, es un hecho, que la espectacular ofensiva de Hamas contra Israel ha hecho añicos todas las certezas. Ahora estamos en la zona donde todo puede ocurrir. Mientras tanto, Egipto intenta la mediación, deseosa de evitar una crisis humanitaria y de seguridad en el país, en particular en el Sinaí.

Conforme se establecen medidas de control, de equilibrios regionales, de "pacificación", la población palestina experimenta humillación cotidiana y deshumanización secular. Dos consecuencias se perciben desde el sábado: el desatarse de la violencia y la acentuada opresión.

De una parte, las acciones de Hamas muestran el estallido terrible de estas tensiones. Por su parte, la Autoridad Palestina, ya en gran medida desacreditada por la opinión pública palestina, queda como testigo pasivo.

La solidaridad a las víctimas de ambos lados del muro ha podido plantear en horas recientes un corredor humanitario; pero no debe perderse de vista que la expectativa de restablecer un statu quo significa un ejercicio político entre ambas partes, que reconozca grupos, identidades e historias.

POR: MARTA TAWIL

IINVESTIGADORA DE EL COLMEX

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