DESDE AFUERA

¿Nubarrones en la relación México-EU?

El presidente Joe Biden está bajo una creciente presión interna en hacer lo posible para cerrar la frontera a indocumentados y peticionarios de asilo

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Todo apunta a una creciente tensión en la frontera entre Estados Unidos y México y, por tanto, en la relación bilateral. La combinación de factores es de sobra conocida: narcotráfico, migración e inseguridad fronteriza.

El hecho real es que mientras las autoridades estadounidenses afirman que detienen más de nueve mil personas por día y aunque no lo dicen oficialmente, creen que las autoridades mexicanas no han asumido, o tomado las probablemente severas medidas que serían necesarias para detener el flujo de llegadas a la frontera de EU, sea por mexicanos o por migrantes procedentes de centro y Sudamérica.

La realidad es, también, que el presidente Joe Biden está bajo una creciente presión interna en hacer lo posible para cerrar la frontera a indocumentados y peticionarios de asilo.

La presión es tanto mayor porque ya incluye a funcionarios y políticos demócratas, preocupados por el influjo de migrantes a sus ciudades o estados. La situación se complica más por las frecuentes quejas y denuncias a propósito de los muertos por fentanilo, que los estadounidenses aseguran les llega desde México, al margen de negativas de las autoridades mexicanas, que encuentran incredulidad.

Así las cosas, la presión sobre Biden y su gobierno desemboca naturalmente en los tratos con México. Pero eso implica la erosión del vínculo con un aliado importante.

Estados Unidos y México tienen normalmente una compleja relación, que en las últimas semanas se ha vuelto cada vez más delicada por las demandas estadounidenses en torno a la seguridad fronteriza y la indisposición, incapacidad o imposibilidad mexicana para darles una respuesta satisfactoria.

Peor aún, a la presión de los republicanos, que usan el tema de inseguridad fronteriza y sus vertientes de narcotráfico y entrada de indocumentados para "exhibir" la debilidad de Biden, se unen ahora los alcaldes demócratas de Nueva York, Boston y Chicago, ante el influjo de migrantes.

Las cosas se complican más porque aunque falta más de un año para las votaciones, el país está en una muy difícil temporada electoral, una en la que los republicanos esgrimirán el fentanilo y la migración, con la promesa de enfrentarlo en su "fuente", o sea México. La coincidencia de años electorales no ayuda. Si por un lado, las primarias republicanas se desarrollarán en el primer semestre del año, con la consecuente estridencia partisana especialmente el lado republicano, la campaña formal en México se dará al mismo tiempo, así que las muy probables candidatas presidenciales se verán en la complicada situación de responder a aspirantes.
Y eso, al mismo tiempo que hay importantes diferendos comerciales que resolver entre los dos países. No es una situación fácil y la Cancillería tiene un trabajo a la medida.

El problema mayor, las consecuencias, probablemente serán para la persona que gane las próximas elecciones en México. Y deberá establecer responsabilidades.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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