El respaldo de la ciudadanía rusa a la “operación especial” de Vladimir Putin en Ucrania, se desvanece. Las madres no quieren perder a sus hijos en una lucha que parece perdida y fue mal planeada; miles buscan salir del país. La guerra los alcanzó.
Según sondeos, 70 por ciento de los rusos se decía a favor de la intromisión en Ucrania; para ello, Moscú se valió de una fuerte propaganda en la que aseguraba que su objetivo, más que hacerse de territorio vecino, era liberar a los rusoparlantes del Donbás de supuestas agresiones de grupos neonazis ucranianos y responder a la amenaza que representa la OTAN a sus intereses.
Pero la acción rusa, que se esperaba duraría sólo unos días fracasó, Moscú se encontró con una fuerte resistencia, hombres con alta moral respaldados por armas enviadas desde 40 países, principalmente de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Durante septiembre, Ucrania lanzó una fuerte contraofensiva; acciones de sabotaje que han permitido recuperar territorios que habían sido tomados por Moscú.
Ante este escenario, considerado humillante para Rusia, y con la presión de la élite rusa a cuestas, Vladimir Putin anunció la movilización de 300 mil reservistas para que apoyen en la operación en Ucrania y contrarresten la contraofensiva ucraniana.
El decreto de Putin desencadenó un clima de malestar y protestas que sólo en una noche dejaron mil 300 detenidos.
Ahora los varones buscan desesperadamente salir del país, los boletos de avión a otras naciones que no les exigen visados están agotados y a precios exorbitantes.
Otros buscan salidas médicas, como recetas psiquiátricas, romperse un hueso o ser detenidos alcoholizados e ir a prisión antes que al frente de batalla.
Por el momento, los rusos no tienen prohibido salir del país, pero se teme que la medida pueda cambiar en cualquier momento.
Para occidente, la orden dada por Putin es una señal de que su ofensiva no va bien, y de que necesita combatientes con urgencia.
Se espera que, en un primer llamado se solicite a soldados de hasta 35 años y suboficiales de hasta 45. En el país, 25 millones de personas han cumplido el servicio militar, mismas que en cualquier momento podrían ser llamadas a combate. Dos millones son contabilizados como reservistas.
La OTAN considera que Rusia necesita urgentemente armas y no tiene la capacidad para entrenar a sus reservistas. Se estima que debido a la contraofensiva ucraniana, Rusia ha perdido entre 50 y 90 por ciento de sus vehículos de combate.
El poner novatos en la línea de defensa difícilmente cambiará la balanza a favor de Moscú; sobre todo, si estos reservistas no tienen claro por qué pelean y desconfían de la información que reciben.
No obstante, el mandatario ruso aún no está derrotado y su amenaza de usar armas nucleares ha traído preocupación. En su desesperación por los resultados, Putin podría ser capaz de cualquier locura nuclear.
POR ALEJANDRA MARTÍNEZ
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