El petróleo crudo, un dolor de cabeza, cuya tentación se convirtió en codicia para todas las naciones, sin él, no hay un cómo (en el mediano plazo será el gas natural), y ha influido en todo el mundo, y seguirá haciéndolo por más lustros. Pero, en realidad sabemos el por qué, y cuáles son los parámetros que debemos de considerar para medirlo en el mundo. A continuación, algunos datos para entender por qué todos hablan de él.
Primero debemos de partir que en el mundo el promedio de la demanda diaria en las dos últimas décadas ha sido de alrededor de 85 millones de barriles, y al cierre de 2021, alrededor de 97 millones. Siendo 2019, el año de mayor demanda con 100 millones. Se
espera que a finales de 2022 regrese a estos valores. El país de mayor demanda es Estados Unidos, con alrededor de 19.96 millones de barriles diarios; seguido de China, con 14.94 millones; India, 4.77 millones; Rusia, 3.61 millones, y Japón, 3.42 millones en 2021.
México demanda 1.641 millones de barriles diarios y ocupa el lugar décimo tercero mundial. Esto indica que gran parte del crudo líquido es transformado para obtener combustibles, principalmente gasolina, diésel y turbosina. El país de mayor refinación es EU, con alrededor de 15.65 millones de barriles diarios, seguido de China, con 14.07 millones; Rusia, 5.61 millones; India, con 4.72 millones, y Corea del Sur, con 3.12 millones, en 2021. México refina petróleo crudo alrededor de 779 mil barriles diarios, ocupa el lugar vigésimo, a nivel mundial.
El volumen de derivados del crudo de las refinerías a nivel mundial promedió de 2000 a 2021 alrededor de 90 millones de barriles diarios. Los países que más producen en 2021, es EU, con 18.64 millones de barriles diarios, seguido de China, con 13.54 millones; Rusia, 6.16 millones; India, 5.67 millones, y Corea del Sur, con 3.15 millones. México está en el lugar vigésimo tercero mundial, con 754 mil barriles.
Entonces, con estos datos abrumadores de la demanda de crudo, ha quedado confirmado que el mundo no podrá dejar en el corto plazo su utilización. Hoy lo vemos por la alta incertidumbre que genera en las economías, al haber incrementado los precios del barril por un evento geopolítico, la invasión de Rusia a Ucrania, y no como consecuencia de movimientos del mercado de petróleo crudo.
La consecuencia directa, tangible y variable, ha sido el incremento del precio de los combustibles, afectando en forma directa en la inflación, y desequilibrando a las economías.
Ramses Pech
Especialista en el sector energético
@economiaoil
MAAZ