UMBRAL

¿Salud universal?

Con los problemas presupuestales que enfrentará el gobierno este año se ve complicado que pueda asignar los recursos necesarios

OPINIÓN

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Jorge Andrés Castañeda / Umbral / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Presidente y el director general del IMSS presentaron en la conferencia mañanera el plan para la Transformación del Sistema de Salud para población sin Seguridad Social. De acuerdo con este, por encargo presidencial el objetivo es “federalizar los servicios de salud en el modelo IMSS-Bienestar para la población sin seguridad social”, es decir que las entidades federativas transfieran sus servicios de salud al IMSS-bienestar para que este sea el nuevo proveedor de un sistema de salud universal en México.

Este aparente cambio, que se viene fraguando desde hace algunos meses, es un reconocimiento tácito del fracaso monumental del INSABI que comenzó funciones en enero del 2020. Esta institución creada al vapor se suponía remplazaría al Seguro Popular cuya misión sería “financiar, coordinar, supervisar y fiscalizar la prestación de servicios por parte de los gobiernos estatales”. Como se advirtió desde un inicio por un sinnúmero de expertos, este esfuerzo estaba destinado al fracaso desde un inicio.

Al desaparecer el Seguro Popular y el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos y concentrar todas las funciones del sistema de salud en una nueva institución sin una planeación clara y sin garantizar los recursos necesarios para su operación era un retroceso gigantesco para el sistema de salud.

Los resultados están a la vista. Los datos del CONEVAL no dejan espacio a dudas. El porcentaje de la población con carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2% o 20.1 millones en 2018 a 28.2% o 35.7 millones de personas en 2020. Una verdadera catástrofe en cuanto a cobertura. Por si fuera poco, como la han documentado Irene Tello y Xavier Tello e incluso ha reconocido el propio presidente (al prometer arreglarlo) la labor del INSABI en la compra de medicamentos en conjunto con la UNOPS ha sido una verdadera tragedia. De acuerdo con la plataforma del Colectivo Cero Desabasto, 50 millones de recetas no han sido surtidas.

Pero no todo son malas noticias. En realidad, el modelo planteado -entregar prácticamente todo el sistema de salud al IMSS - no dista mucho de la propuesta de Santiago Levy en términos operativos, pero sin un componente critico que puede ser catastrófico.

Como lo señala el CIEP el IMSS-Bienestar no tiene el presupuesto para esto este año. Y al hablar de salud, no estamos hablando de gastos menores. Como lo señala el estudio del Grupo de Trabajo para la Comisión Hacendaria, brindar servicios de salud a toda la población sin seguridad social con un paquete de servicios ilimitado tiene un costo de 3.2% del PIB de 2019: no son cacahuates.

Una vez más estamos ante el posible camino al infierno empedrado de buenas intenciones. Con los problemas presupuestales que enfrentara el gobierno este año -un boquete fiscal que podría llegar a 250 mil millones de pesos- se ve complicado que el gobierno pueda asignar los recursos necesarios. Ojalá esto se hubiera lanzado al inicio del sexenio, como tantos insistimos, y no cuando ya no al cuarto para las doce.

POR JORGE ANDRÉS CASTAÑEDA
COLABORADOR
@JORGEACAST

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