APUNTES DE GUERRA

EEUU; ¿quién ganó y quién perdió?

Lo que se anticipaba como una victoria avasalladora de los Republicanos, la Ola Roja de la que tanto se habló, no llegó a materializarse

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ya pasó una semana de la jornada electoral en Estados Unidos, y gracias al abigarrado y confuso sistema electoral de ese país apenas comenzamos a tener una idea más o menos clara de ganadores y perdedores, no sólo en algunas de las contiendas más relevantes para definir la composición de fuerzas en el Senado y la Cámara de Representantes, sino también para el mediano plazo, léase el año presidencial de 2024.

Lo que se anticipaba como una victoria avasalladora de los Republicanos, la Ola Roja de la que tanto se habló, no llegó a materializarse. Si bien se harán del control de la mayoría en la Cámara baja, el Senado se mantendrá al menos en el empate que le da mayoría a los Demócratas, por el voto de calidad de la vicepresidenta Kamala Harris. En cuanto a gubernaturas, congresos locales y cargos relevantes, los Republicanos tuvieron resultados mixtos, por decir lo menos: si bien arrasaron en algunos estados, como Florida o Texas, muchos otros se les escurrieron de las manos.

Tratemos de desmenuzar los resultados: Para el presidente Biden y su gobierno es una bocanada de oxígeno puro el resultado en el Senado y, dado lo que se esperaba, el de la Cámara de Representantes no es tan terrible. Ante lo que se veía como una derrota absoluta lograron salvar mucho, pero se equivocaría quien crea que Biden y los Demócratas son los grandes ganadores.

Muchas de las más significativas victorias se dieron con márgenes terriblemente estrechos y, en algunos casos son más atribuibles a la buena fortuna y a los errores de sus rivales que a cualquier otra cosa.

Para muestra, un par de botones: en Nevada, por ejemplo, el Senado lo ganó la demócrata Catherine Cortez Masto con 48.88% de los votos, pero el candidato republicano Adam Laxalt obtuvo 48.1%, es decir, una victoria de panzazo. 

Arizona es otro buen caso para el análisis: para la gubernatura, aún indefinida, apenas un 1% separa a la extremista republicana Kari Lake (49.5%) de su contrincante demócrata Katie Hobbs (50.5%).

El Senado lo ganaron los demócratas con un margen algo más holgado, más por el perfil radical del republicano Blake Masters, un acérrimo seguidor de Trump y negacionista de las elecciones de 2020.

Así pues, los Demócratas salieron a mano, a diferencia de Donald Trump, claro perdedor en una jornada en que varios de sus candidatos apadrinados perdieron, y en la que además le apareció un muy serio contendiente por la candidatura Republicana, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, una versión un poco más presentable (al menos en lo que a su imagen personal respecta) que el pseudopelirrojo expresidente.

Falta una eternidad para las elecciones presidenciales del 2024, pero se nos irá el tiempo en un suspiro, apenas suficiente para tratar de comprender si lo que vimos la semana pasada fue un triunfo de la democracia y el sentido común o solamente un respiro antes de la hecatombe.

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

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