Ucrania y Rusia disputan el respaldo de América Latina en el conflicto que suma siete meses y al que no se le ve un fin a corto plazo.
Kiev avanza en la reconquista de territorios, mientras Moscú engrosa sus fuerzas; Occidente acelera la entrega de armas y aumenta la presión con más sanciones económicas. La búsqueda de aliados es urgente.
“¿De qué lado estaría Simón Bolívar en la guerra que desató Rusia contra Ucrania? ¿A quién apoyaría José de San Martín? ¿Con quién simpatizaría Miguel Hidalgo?”, cuestionó esta semana el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en un mensaje grabado dirigido a la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Creo que no ayudarían a alguien que solo está saqueando un país más pequeño como un colonizador típico. Creo que no apoyarían a alguien que miente constantemente y ni siquiera llama guerra a una guerra”, sentenció Zelenski.
Pero difícilmente logrará sumar el apoyo de la región, una significativa parte, donde los procesos democráticos están en crisis o son inexistentes, como Venezuela, Nicaragua y Cuba, están del lado ruso, de quien por años han recibido apoyo; especialmente La Habana, desde la era soviética.
La inteligencia de EU, de acuerdo con The New York Times, cree que Rusia usa a Venezuela para operaciones de lavado de dinero, además de armar a su Ejército; también que se vale de internet para agitar algunos países de Sudamérica.
Durante la pandemia por COVID-19, mientras las potencias acapararon las vacunas, Moscú aprovechó para extender su influencia, repartiendo dosis en la región, a pesar de que su inmunización (Sputnik V), hasta la fecha, no ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud.
En agosto pasado, al inaugurar un foro militar, Vladimir Putin ofreció armas modernas a sus aliados en Latinoamérica, África y Asia, y particularmente lanzó un guiño a aquellos que “no se someten al llamado poder hegemónico”.
Expertos creen que Rusia podría enviar misiles nucleares a países amigos de América Latina.
La posición de México ante el conflicto es ambigua; por una parte, el representante ante la ONU, José Ramón de la Fuente, condenó la reciente anexión de cuatro territorios ucranianos como parte de Rusia; el gobierno de López Obrador ha sido acusado de proponer un “plan ruso” para la paz en esa región, y el Presidente mexicano criticó que Zelenski haya sido considerado para el Nobel de la Paz.
Además, en la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Perú, México se negó a firmar la declaración en favor de Ucrania.
La posición, al menos, es poco clara, aunque tiende a irse del lado ruso.
Para Ucrania el apoyo diplomático es crucial, de él depende que el mundo democrático cierre filas para frenar el nuevo orden mundial que desea imponer Rusia, recibir apoyo económico y militar.
Pero entre autoritarios se entienden…
POR ALEJANDRA MARTÍNEZ
ALEJANDRA.MARTINEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
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