RECUERDOS DE JOSÉ SULAIMÁN...

La inolvidable semana de Navidad

Ya más grandes, aprendimos el por qué era tan importante la Navidad para don José. Durante su niñez, la familia pasó por momentos complicados, la enfermedad de su madre, mi abuelita Wasila, los dejó en una posición financiera muy complicada

OPINIÓN

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Mauricio Sulaimán / Recuerdos de José Sulaimán / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

¿Sientes el espíritu navideño en ti? Ojalá así sea. Es un sentimiento único, difícil de describir con palabras; al menos así lo siento. 

La combinación de nostalgia, recordando esa infancia feliz que mis papás nos regalaron. Don José, junto con mi adorada madre, puso mucho énfasis y sacrificio para que la Navidad fuera especial.

Siempre tuvimos una cena íntima, regalos en el árbol y tiempo dedicado a estar en familia. La historia de Santa Claus fue relatada por mi papá, año tras año, dimensionando la grandeza de ese cuarto Rey Mago que se quedó en el camino para ayudar a quien lo necesitaba y haciéndonos soñar con la magia de la Navidad.

Ya más grandes, aprendimos el por qué era tan importante la Navidad para don José. Durante su niñez, la familia pasó por momentos complicados, la enfermedad de su madre, mi abuelita Wasila, los dejó en una posición financiera
muy complicada. 

Hubo una vez, cuando mi papá era un niño, que se quedó horas mirando un aparador soñando con que Santa Claus le cumpliera su sueño de poseer uno de esos juguetes. Fue así que su inspiración para salir adelante y ser un empresario exitoso, además, de darle a sus hijos y nietos, la mejor Navidad posible.

Ya lo conté en una ocasión en este espacio, pero considero apropiado repetirlo, pues esto es lo que marcó a los Sulaimán Saldívar a siempre tratar de ser gente de bien. Todas las noches de Navidad sucedía algo maravilloso. Al terminar la cena y, antes de abrir los regalos, mi mamá preparaba un buen plato de comida para llevar, y así veíamos salir de la casa a Don José, en camino a nuestra fábrica Controles Gráficos. Le llevaba su cena al velador. ¡Qué enseñanza tan profunda! Cada vez que lo pienso, tengo nuevos sentimientos.

La Navidad también me recuerda nuestras raíces como familia. Todos los 25 de diciembre salimos de viaje, a pasar días mágicos con nuestro abuelo don Elías y la familia paterna, en Ciudad Valles, San Luis Potosí. Mi papá fue un viajero incansable, rara vez tuvimos vacaciones familiares, pero sin faltar la última semana de diciembre, era para estar juntos. ¡Qué recuerdos tan hermosos! Cuando no existían los celulares, ni internet ni las redes sociales; todo era natural, juegos de niños, reuniones, comida y paseos. Cercanía, reflexión y amor.

Les deseo de todo corazón que en esta semana logren poner el freno a la rutina, bajen la guardia y abran los brazos y el corazón. Dejar a un lado el celular, aunque sea por lapsos, y realmente ver, sentir y apreciar a quienes están ahí junto a ti. Soy el primer culpable, no dejo el aparato, lo sé, pero lo intentaré. 

El boxeo es un gran deporte que requiere dedicación, esfuerzo, sacrificio, y muchas otras cosas que en el día a día todos necesitamos. Seamos todos boxeadores de la vida y salgamos con la mano en alto.

FAMILIA. Héctor y José Sulaimán, con don Elías, junto a la señora Nelly, durante una de las fiestas navideñas. Foto: Cortesía

LA ÚLTIMA DEL AÑO

El viernes se celebró la última pelea de campeonato mundial de nuestro organismo. El ruso Artur Beterbiev realizó su sexta defensa del título semicompleto ante el retador mandatorio, el estadounidense  Marcus Browne, en Montreal, Canadá. La pelea fue muy buena, dramática y sangrienta. 

Browne dominó los primeros rounds, moviéndose y conectando, evadiendo los puños del campeón. En el cuarto episodio, se presentó  un cabezazo accidental, que generó cortadas en ambos, llevándose la peor parte el ruso, pues se le abrió un tajo en la frente, que provocó un sangrado escandaloso. Fue una pelea muy importante; los cinturones WBC e IBF estuvieron en juego, y el drama de la cortada, puso en riesgo la continuidad del combate. 

Si se paraba acabaría en un empate técnico, que iba a complicar la administración de la división en 2022. El réferi Mike Griffin llamó al médico para inspeccionar a Beterbiev. El doctor autorizó “un round más” y se reanudó la actividad. La pelea terminó por nocaut efectivo en el noveno round; el campeón mantuvo su récord invicto (17-0). 

Hay que destacar la actuación del réferi Griffin. Su experiencia permitió que la pelea llegara a un fin natural; son crucificados cuando cometen un error o se da una controversia, pero rara vez se les reconoce cuando hacen una buena actuación, y ahora se lo merece.

Así terminamos este 2021; es momento de reflexionar y a cargar las pilas para que este 2022 sea un gran año para todos. Les deseo lo mejor, que Dios los bendiga.

MOMENTOS. Esta última época del año fue siempre especial para el presidente eterno del CMB. Foto: Cortesía

¿SABÍAS QUE...?

Artur Beterbiev  es uno de los candidatos para enfrentar a Saúl Álvarez, ya que Canelo desea conquistar el campeonato semicompleto del WBC, pero antes está la función contra Ilunga Makabu por el crucero, y quizá después, ante el ruso.

ANÉCDOTA DE HOY

Después de una pelea en Las Vegas, mi hermano Héctor invitó a mi papá a cenar con un grupo de amigos. En ese momento, un promotor le mandó de regalo una copa de vino blanco de postre a mi papá, quien casi nunca tomaba, pero esa copa lo enloqueció. 

Héctor llegó un par de meses después con una botella de ese vino.  Mi papá, feliz, le dijo a mi mamá:
“vieja, por favor mete esta botella al refrigerador, y de vez en cuando, me das una copita cuando te la pida, es una delicia”. Don José tuvo varios viajes seguidos y esa rutina se interrumpió. Llegó la Navidad, el pavo de esa ocasión fue delicioso; todos alabamos a mi mamá. De repente mi papá dijo: “ahora sí, Martha, dame una de esa copitas del vino que tanto me gusta. Salió mi mamá de la cocina con botella en mano. Don José se la echó al pavo. Las risas se escucharon hasta la calle.

POR MAURICIO SULAIMÁN
PRESIDENTE DEL CMB

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