ARTICULISTA

Pedro Coronel

Realizó su primera exposición individual en 1954, en la Galería Proteo; sin embargo, fue hasta 1959 con su exposición Los habitantes, en el Salón de la Plástica Mexicana, que logró consagrarse

OPINIÓN

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Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En 1964, el crítico de arte Luis Cardoza y Aragón señaló en un artículo que la importancia de Pedro Coronel residía en ser un artista cuya pintura “no se deja encerrar en fronteras, aunque sean muy mexicanas sus obsesiones. Hay una gran alegría de pintar, de meterse en la tela, en la materia. El pintor […] camina dentro del cuadro. Registra sus sueños. Escucha voces. Avanza conduciendo […] reinventa la pintura para sí”.

Fue así como el arte de Pedro Coronel irrumpió en la escena mexicana en un momento preciso, en los años cincuenta, con una fuerza que se sintió vivamente. No fue la única, pero sí en un momento la figura más visible, pues su peculiar manera de pintar y esculpir lo colocaron en un lugar evidente entre los artistas que abandonaron los preceptos del muralismo. Si bien se mantuvo alejado de la generación de la Ruptura, su obra surgió en el contexto de estos nuevos rumbos para el arte mexicano.

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Realizó su primera exposición individual en 1954, en la Galería Proteo; sin embargo, fue hasta 1959 con su exposición Los habitantes, en el Salón de la Plástica Mexicana, que logró consagrarse como un artista en cuya obra se expresaba una búsqueda incesante de los temas de la humanidad milenaria: la relación de la muerte con la vida, la naturaleza, lo divino, la sensualidad y el erotismo.

Su discurso artístico aludía a conceptos universales que desembocaron en formas abstractas delimitadas por líneas estilizadas y audaces colores de gran intensidad cromática, que se acentuaban con el uso de diversas texturas.

Asimismo, descubrió en la pintura universal una compresión más profunda del arte de su natal Zacatecas, pues esta experiencia cosmopolita le permitió tener un criterio amplio respecto a su trabajo y la forma de reflejar una identidad. A lo largo de su vida, viajó constantemente exponiendo su obra y obtuvo grandes reconocimientos; en 1977 fue nombrado “Hijo predilecto” del estado de Zacatecas y “Alumno distinguido” por la Universidad Autónoma de Zacatecas, y en 1984 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas.

A propósito de los 100 años de su nacimiento, el Museo del Palacio de Bellas Artes presenta la muestra Pedro Coronel.100 años, una ruta infinita a través de una selección de 43 obras conformadas por pinturas y esculturas. Las piezas muestran su profunda exploración plástica, la cual se volcó hacia un lenguaje cada vez menos figurativo, hasta conseguir una síntesis abstracta radical con un estilo inconfundible, cuya producción plástica abreva la estética prehispánica, el arte tribal africano, y a la vez, se reapropia de las vanguardias universales de la modernidad como el cubismo y el expresionismo, logrando configurar una contemporaneidad, con lo que demostró que distintas culturas, épocas y sentires son concurrentes e incluso afines, a pesar de la distancia temporal.

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A un siglo de su nacimiento, es necesario también celebrar el empeño de este artista por reunir una colección de arte que le ayudó a enriquecer su trabajo creativo y que donó en 1983 “al pueblo de México” para constituir el museo Pedro Coronel en su ciudad natal. La colección de Coronel hoy en día es uno de los acervos de arte universal más importantes de nuestro país, pues incluye piezas de China, Japón, África y Oceanía, además de creadores como Chagall, Calder, Dalí, Kandinsky, Miró, Picasso, entre muchos otros.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL
@MUSTWANTEDG

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