DESDE AFUERA

En busca de entendimientos

López Obrador considera inaceptable que organismos del gobierno de EU financien a grupos no gubernamentales mexicanos

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Al margen de que la realidad los obliga a buscar entendimientos, el primer encuentro personal entre los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Estados Unidos, Joe Biden, presenta un desafío para ambos.

En principio, esta primera reunión personal entre los mandatarios permitirá al menos una interlocución directa. Pero también, el discutir "en vivo".

De acuerdo con varias opiniones, la relación no está mal, pero tampoco se encuentra en un punto óptimo, y de hecho hay fuentes que hablan de que el gobierno López Obrador decidió conscientemente bajar de tono los contactos con EU, aún cuando reconoce su importancia.

Esa actitud se refleja parcialmente en sus críticas al boicot económico estadounidense a Cuba, su abierta simpatía por marginar a la Organización de Estados Americanos (OEA) y la creación de una agrupación latinoamericana sin EU.

López Obrador se ha referido públicamente a los demócratas de ser "injerencistas", toda vez que considera inaceptable  que organismos del gobierno estadounidense financien a grupos no-gubernamentales mexicanos, críticos de las acciones o las omisiones de su régimen en materia en derechos humanos, civiles o de medio ambiente.

En contraste, López Obrador se ha referido varias veces al "respetuoso trato" que le ofreció el republicano Donald Trump durante su periodo (2017-2020), aunque las relaciones parecieron a veces atribuladas por las amenazas del estadounidense sobre del cierre de fronteras y el aumento de aranceles para presionar por más acción mexicana contra las caravanas de migrantes.

En ese sentido, y de acuerdo con versiones circulantes en Washington, el equipo de Biden estaría "molesto" porque en una de sus conversaciones telefónicas con López Obrador, el mexicano dedicó varios minutos a elogiar a Trump.

Pero las versiones sobre la irritación estadounidense han sido rechazadas por el gobierno mexicano, que se ha referido, por su parte, a una "buena relación personal" entre los mandatarios y negado la posibilidad de confrontaciones.

Por su parte, según un análisis de la empresa Monarch, el gobierno Biden llevaría adelante una "estrategia silenciosa" con dos metas: "primero, el deseo de asegurar la cooperación continua de México en el frente migratorio, evitando cualquier cosa que pueda poner en peligro este objetivo y, segundo, un esfuerzo por construir una relación personal de confianza entre López Obrador y el embajador (Ken) Salazar, antes de hacer grandes pedidos a México. Como resultado, Estados Unidos todavía anda "de puntitas" alrededor de AMLO, a pesar de que Biden ha estado en el cargo ya casi un año".

Para muchos políticos estadounidenses, demócratas y republicanos, el tema se reduce a qué pueden trabajar con López Obrador, al margen de sus posiciones políticas, en tanto que el mandatario mexicano considere y respete los intereses de su país.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

PAL