El secretario de Gobierno, Carlos Alcaraz Gutiérrez, anunció que se llevará a cabo una revisión más estricta en los 18 municipios de Querétaro para detectar la venta de bebidas alcohólicas adulteradas. Esta medida surge tras los recientes fallecimientos por intoxicación registrados en el municipio de Colón, vinculados a esta problemática.
Alcaraz informó que, oficialmente, hay cinco víctimas mortales y dos personas hospitalizadas en estado grave por la ingesta de alcohol adulterado. "Estamos en coordinación ya con los municipios para una supervisión mucho más estricta en torno a la venta de bebidas clandestinas adulteradas y estaremos supervisando que los municipios cumplan con su parte de identificar, actuar y avisar y prever este tipo de conductas", declaró el secretario.
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El operativo para inspeccionar la venta de bebidas alcohólicas estará a cargo del Subsecretario Federico de los Cobos. Este se coordinará con las autoridades municipales para llevar a cabo revisiones preventivas. "Se le pidió al Subsecretario Federico de los Cobos que llevara a cabo la revisión para poder supervisar, repito, en todos los municipios, con la información que nos puedan brindar, qué es lo que está sucediendo y también con riesgos sanitarios", concluyó Alcaraz.
¿Cómo afecta el alcohol adulterado?
El alcohol adulterado suele contener metanol, una sustancia altamente tóxica que, en pequeñas cantidades, puede provocar ceguera, insuficiencia renal, daños neurológicos y la muerte. A diferencia del etanol, el componente principal del alcohol potable, el metanol se metaboliza en el organismo en formaldehído y ácido fórmico, compuestos extremadamente perjudiciales para el sistema nervioso y otros órganos vitales.
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Los síntomas de intoxicación por metanol pueden incluir dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, dolor abdominal, visión borrosa y convulsiones. En casos graves, el individuo puede caer en coma y morir. Debido a que los síntomas iniciales pueden parecerse a los de una simple resaca, muchas personas no buscan ayuda médica a tiempo, lo que agrava la situación.
El alcohol adulterado no solo representa un peligro para la salud individual, sino que también tiene un impacto significativo en la salud pública. Los brotes de intoxicación por metanol pueden sobrecargar los servicios de emergencia y atención médica, especialmente en áreas con recursos limitados. Además, estas situaciones generan un clima de inseguridad y desconfianza en la población, afectando la economía local, especialmente en regiones donde la producción y venta de alcohol son importantes para la economía.
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