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Trastorno dismórfico corporal y las redes sociales, ¿quiénes son más propensos a padecerlo?

Especialista en Psiquiatría explica que se da mucho más en mujeres que en hombres

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Personas con rasgos narcisistas tienen más probabilidades de padecer este trastorno.Créditos: Pexels

Uno de los trastornos que va teniendo más presencia sobre todo en las sociedades urbanas, es el dismórfico corporal, pese a que se diagnosticó desde el siglo XIX, en la actualidad se conoce muy poco sobre él y su prevalencia oscila entre 1.7 y 2.9 por ciento en la psiquiatría; sin embargo, aumenta en otras especialidades médicas, dijo para el Heraldo de México la psiquiatra Elizabeth Medina Tapia, quien labora en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán"

"Estos pacientes se hacen evidentes en otro tipo de especialidades médicas, no en psiquiatría, por ejemplo en la consulta de  dermatología la prevalencia aumenta hasta 13% y en el área de cirugía 16%, entonces no es un trastorno que generalmente llegue a nuestra consulta, más bien es de otras especialidades", explicó.

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Se presenta más en mujeres que en hombres. Foto: Pexels

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal y cuáles son sus síntomas?

La prevalencia de este trastorno aumenta ligeramente en mujeres, es decir, tres mujeres lo padecerán, mientras que en el caso de los hombres, sólo dos. Sus síntomas pueden ser variables, por ejemplo se pueden presentar obsesiones o compulsiones, por lo que se deben buscar diagnósticos diferenciales.

"Quienes lo padecen tienen una preocupación excesiva, constante, por alguna o varias partes del cuerpo, que genera que la persona al estar pensando frecuentemente que tiene un defecto corporal, constantemente se esté mirando, se esté revisando, y haga todo lo posible por modificar esa 'distorsión', entonces es por eso que van más a la consulta de dermatología, odontología y de cirugía, no a la consulta de psiquiatría porque en realidad el paciente no tienen conciencia de enfermedad, de que tiene el trastorno", agregó.

Para que se considere como un trastorno, añadió la experta, se requiere que sea disfuncional, es decir, que el paciente esté preocupado por una parte de su cuerpo o de su cara, y eso le genere un malestar que limita que haga su vida con normalidad como visitar a los amigos, exponer ante un grupo, relacionarse con otras personas.

Medina Tapia explicó que en aquellas personas donde hay cicatrices de acné, puede generar limitaciones graves de socialización. El trastorno dismórfico corporal también tiene una mayor prevalencia en la adolescencia temprana, una etapa de crisis que se caracteriza por una búsqueda de identificación, donde el humano quiere ser similar a otros y ahí justamente juegan un papel importante las redes sociales, ya que mediante ellas buscan validación, reconocimiento y aprobación de conocidos y desconocidos.

La autoexigencia se vuelve un problema en la vida de las personas. Foto: Pexels

El impacto de las redes sociales en el Trastorno Dismórfico Corporal

La especialista indicó que los adolescentes y los jóvenes tienen una tendencia a relacionarse mediante las redes sociales, lo que podría intensificar el trastorno dismórfico corporal, ya que ahí se difunden estereotipos de belleza que no necesariamente se esperarían en una población como la mexicana, esto es, tener determinada talla, cuerpo, forma de cara y diversos rasgos.

"Esos estándares sociales evidentemente le afectan al adolescente, al tener que alcanzar esos estándares que no va a lograr, no lo va a lograr porque no tiene esas características y claro que pueden intensificar o facilitar el trastorno dismórfico corporal", apuntó.

Indicó que en ocasiones llega a ser tan persistente que se acerca a lo que se define como una idea obsesiva, es decir, intrusiva, repetitiva que genera mucho malestar, y en el trastorno dismórfico corporal al generar molestia lleva a las personas a querer modificar su "defecto físico".

"El paciente empieza a tener actos repetitivos que se conocen como compulsiones, en algunas ocasiones lo quieren hacer ellos mismos, como rascarse, usar navajas o maquillaje, camuflajes para modificar esa aparente deformidad que sienten tener, pero evidentemente al no alcanzarlo porque es una idea persistente, tienen más tendencia a presentar síntomas de depresión de tipo melancólico o trastornos de ansiedad y es ahí donde ya entra el abordaje psiquiátrico", ahondó.

También se puede presentar en hombres. Foto: Pexels

Causas del trastorno dismórfico corporal

Este puede derivar de diversos acontecimientos traumáticos de la vida, sobre todo de la infancia, como un abuso sexual, negligencia o el abandono parental pueden hacer que se facilite el trastorno, también algunos rasgos de personalidad que tienen que ver con el perfeccionismo, como la personalidad obsesiva, narcisista, donde existe una necesidad de ser aceptado y que también responde a las expectativas de belleza que se esperan, principalmente en las mujeres.

"Por eso prevalece más en las mujeres, porque a las mujeres se les imponen estos estereotipos de belleza para ser aceptadas y para recibir reconocimiento social, tener estatus, formar vínculos afectivos a través de la belleza", expresó.

Los pacientes con este trastorno llegan a otras especialidades como la cirugía. Foto: Pexels

El abordaje psiquiátrico o psicológico

Medina destacó que existen discrepancias sobre si es mejor el abordaje psicológico o psiquiátrico; sin embargo, lo ideal sería que se pudieran llevar los dos, siempre dependiendo de lo que padece el paciente.

"Si el paciente ya padece ansiedad, depresión o las ideas son sumamente persistentes y no le permiten hacer su vida normal común y corriente, sin duda se requiere tratamiento farmacológico, es decir, entre más disfuncional sea, requiere tratamiento farmacológico y básicamente el tratamiento es con antidepresivos", acotó.

Los antidepresivos a dosis altas son idóneos para tratar las ideas obsesivas, aseguró, son conocidos como inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina, que ayudan a que esos pensamientos obsesivos disminuyan.

"Depende mucho de la predominancia de los síntomas y qué tanto le afectan los síntomas a estos pacientes, porque si revisamos que existen antecedentes de abuso en la infancia, negligencia, eso evidentemente se resuelve con psicoterapia, los rasgos de personalidad también se trabajan con psicoterapia". 

No hay un trastorno dismórfico corporal que tenga una causa única, se vuelve multifactorial, añadió, de ahí que se requieran ambos tratamientos, pero depende de los antecedentes del paciente. Explicó que si una persona tiene rasgos obsesivos puede tener buenos resultados con terapia cognitivo conductual, mientras que a una persona con rasgos narcisistas le funcionaría el enfoque psicoanalítico.

El problema para detectar este trastorno, dijo, es que los odontólogos ni los cirujanos son psiquiatras para detectarlo y la sutileza con la que se puede describir el trastorno para que el paciente lo asimile no es sencillo, incluso puede haber mayor riesgo de conductas suicidas, porque no llegan a alcanzar esos estándares o estereotipos sociales.

"Es uno de los trastornos que más riesgo suicida puede tener porque no tienen conciencia de enfermedad, piensan que lo pueden solucionar modificando sus aparentes deformidades", destacó.

El TDM puede provocar depresión o ansiedad. Foto: Pexels

El TDM genera dificultad para crear vínculos

La también docente del Instituto Mexicano de Psicoanálisis indicó que en su práctica clínica ha observado que quienes lo padecen tienen problemas para crear vínculos afectivos porque usan el cuerpo como un medio para obtener aceptación, reconocimiento, afecto y validación.

"Los jóvenes pueden limitar su vida social, y se ven muy afectados en su autoestima, la cual está muy distorsionada y limitada, de ahí que el abordaje psicoterapéutico es fundamental, los medicamentos claro que pueden ayudar a que estos pensamientos sean menos persistentes, pero los antecedentes que generan el trastorno, con psicoterapia", finalizó.