“Algún día mi papá va a regresar”, son las palabras de un pequeñín frente a la Fiscalía General de Sinaloa quien sostiene en manos una foto de su padre desaparecido. Junto a él hay otros niños y niñas con deseos similares, quieren que los ausentes vuelvan.
Hoy la marcha de las rastreadoras fue distinta, estuvo llena de colores, aunque no por ello fue menos triste. Niños y niñas de Culiacán, Sinaloa, encabezaron la manifestación acompañados por adultos para exigir el regreso de sus padres y madres desaparecidos.
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Con pancartas, cartulinas y gritos, los pequeños clamaron por el retorno de sus seres queridos y urgieron a las autoridades a acelerar las investigaciones en cada caso. Mientras los niños expresaban sus deseos con inocencia y determinación, algunas rastreadoras se unieron a la marcha vestidas de payasitas o algún personaje infantil.
María Isabel Cruz Bernal, líder del colectivo Sabuesos Guerreras, A.C., destacó la importancia de visibilizar a los niños y niñas en el contexto de las personas desaparecidas, una voz a menudo ignorada en este tema.
“Es una exigencia de los niños porque ellos también quieren ser escuchados por las autoridades, quieren cuestionar a las autoridades por qué sus familiares no han regresado a casa, es uno de los días que nosotros aprovechamos para que ellos expresen lo que sienten”, comentó la activista.
Cruz Bernal enfatizó la necesidad de poner atención en los más jóvenes, quienes han sufrido la ausencia de sus padres y han sido afectados por la depresión y la desesperación. La marcha no solo fue un llamado a la acción, sino también un recordatorio del impacto profundo que tienen las desapariciones en la comunidad, especialmente en los niños y adolescentes.
BRC