En marzo de 2020, la secretaria del Trabajo, María Luisa Alcalde dijo que no había ningún fundamento legal para despedir a los empleados o modificar sus condiciones de trabajo, entre ellas el salario. Además de esto, la funcionaria pidió que los patrones se solidarizaran con la gente a fin de que poder pagar los sueldos completos.
Muchas empresas asumieron el reto y han mantenido los derechos laborales, otras más perdieron la batalla en contra la crisis económica y tuvieron que cerrar, mientras que otras hicieron ajustes arbitrarios a los contratos de su planta laboral.
Como resultado de esto, durante el 2020 se perdieron al menos dos millones 400 mil empleos durante el 2020, aunque a finales del pasado mes de diciembre, se reportó que se habían recuperado al menos el 80 por ciento de estos trabajos. Ambos datos fueron otorgados en febrero por parte del Inegi.
Les pagan menos
Ángela es diseñadora en una empresa que realiza manuales, la cual decidió implementar un esquema de trabajo remoto para empleados como ella que solamente necesitaban una computadora. Le prestaron el equipo y desde hace un año le han permitido ausentarse de la oficina para laborar desde casa.
Te podría interesar
A cambio, la empresa le exigió recibir solamente el 60 por ciento de su salario. No se pidió su firma en ningún documento para esto, aunque se le dijo que en cualquier momento regresarían a pagarle lo acostumbrado, aunque esto no se ha cumplido.
Esto incumple con lo que declaró Marcelo Ebrard en marzo de 2020, fecha en la que aseguró que las empresas que no paguen los salarios completos podrían ser sometidas a un proceso laboral en caso de que incumplieran con esta regla.
Esto no importa a los jefes de Magda, una redactora que está por cumplir 365 días sin cobrar su cheque completo. El dueño de la compañía en la que presta sus servicios decidió recortar a la mitad el sueldo de todos los empleados. Narra además que uno de los supervisores reunió al equipo en la sala de juntas y les dio dos opciones: reducir sus ingresos de forma significativa o renunciar.
Aumentan responsabilidades
Pese a que se han dado estas condiciones de trabajo, no se ha permitido a los trabajadores disminuir las horas que deben estar frente a las computadoras. Incluso, muchos han visto sus jornadas laborales aumentadas debido a que se les piden correcciones fuera de su hora laboral, situación que también está en contra de la Ley Federal del Trabajo, la cual establece que no se debe de trabajar más de ocho horas normalmente.
Los freelancers tampoco se salvan, pues al no tener relaciones laborales con los empleadores, perdieron gran parte de sus puestos. En algunos casos como el de Gerardo, no había siquiera un contrato que avalara que se le pagaría por su trabajo.
Un día de mayo del 2020, su patrón, quien genera ingresos por un curso de ingreso a la preparatoria y universidad, le dijo que no podía darle los últimos cheques que le debía, ya que la crisis financiera lo habían obligado a utilizar los ocho mil pesos que le debía en pagar la renta de su local. El joven se resignó a perder ese dinero.
A un año de que haya iniciado la cuarentena, la desaceleración económica y las precariedad laboral relacionada con el coronavirus, gran parte de los trabajadores en México viven en el entredicho de aprender a vivir con menos o a quedarse sin empleo.