Katy era la perrita que Javier Acosta había adoptado antes de que decidiera aplicarse la eutanasia al ser víctima de la bacteria come carne Candida Auris tras contagiarse en una alberca cuando vacacionaba con su familia hace cinco años. Con la muerte de su dueño, la perrita ahora busca un nuevo hogar.
Katy regresó a la fundación Adopta un buen amigo chan, lugar donde Javier y ella se vieron cara a cara por primera vez para que la canina fuera a vivir con él; sin embargo, con la muerte asistida de Javier Acosta, la perrita criolla quien lo acompañó hasta el último momento de su vida quedó sola.
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Katy dedicó una emotiva despedida a Javier Acosta
La fundación Adopta un buen amigo chan escribió un mensaje dedicado a Javier Acosta como su Katy lo hubiera pensado para él a través de las redes sociales: “Te escribe tu negrita creída, la luz de tus ojos y tu compañera fiel, Katy”, comenzó y siguió:
“Hoy solo quiero agradecerte por haberme escogido como tu compañera de aventuras, ambos nos hicimos compañía y no se si yo te salvé a ti o tú a mí. Compartimos tantos momentos, risas, sueños, paseos en carro, los partidos de fútbol que no perdíamos sentados en el sillón de la que fue nuestra casa”: Katy.
Katy busca de nuevo cariño
Katy es una perrita que tiene ya varios años de edad, pero aún tiene la esperanza de que pueda ser adoptada para formar una nueva familia. En el mismo mensaje escrito para Javier, la fundación mostró la intención de buscar otro hogar a la perrita criolla:
“Te voy a extrañar mucho pero prometo jamás olvidarte solo te pido que mandes unos ángeles para que pronto vuelva a estar en una familia rodeada de amor”: Katy.
Javier Acosta se sometió a la eutanasia hace algunos días cuando alrededor de las 14:20 horas recibió la mezcla letal que ingresó a su cuerpo por una inyección tras haber sido diagnosticado con cáncer en la sangre por infectarse con la bacteria que comía su carne.