Un extrabajador de un proveedor de la armadora Boeing que, en 2022, denunció que se estaban realizando labores defectuosas en la fabricación de las aeronaves, murió tras sufrir una súbita infección.
Joshua Dean, un ingeniero mecánico que comenzó a trabajar en Spirit Aerosystems, uno de los proveedores principales de Boeing, denunció en 2022 que existían errores graves de armado en los aviones de la compañía, tanto en la parte de popa como de proa.
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De acuerdo con su demanda, en el modelo 737 MAX se realizaron agujeros de forma inadecuada en la zona de presión de la popa, además de un defecto grave de armado en la zona de la aleta vertical de cola. Aunque lo denunció de forma adecuada, la compañía no avisó a la Autoridad Federal de Aviación de Estados Unidos.
Un año más tarde, en 2023, Dean fue despedido de Spirit Aerosystems al descubrirse el error en la fabricación. Meses más tarde, el experto presentó una demanda contra su exempleador por poner en riesgo la seguridad de los pasajeros.
A principios de este año, una aeronave de Alaska Airlines del modelo 737 MAX que despegó del Aeropuerto Internacional de Portland perdió en el aire una importante pieza del fuselaje, lo que destapó el escándalo a nivel internacional.
Segundo denunciante de Boeing muerto
El deceso de Dean, que se dio a solo dos semanas de ser diagnosticado con una enfermedad respiratoria derivada de una infección con estafilococo áureo, se suma al de John Barnett.
Barnett, quien laboraba al interior del departamento de control de calidad en Boeing, fue encontrado muerto presuntamente a consecuencia de un suicidio en un auto cerca del hotel donde se hospedaba, ubicado en Charleston, Carolina del Norte.