Derek Floyd era un bombero en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, quien acusó que hace cuatro meses fue despedido en un esfuerzo de la ciudad para liberar fondos para ser destinados a ayudar a la crisis migratoria que sufre, pero tras su repentina muerte por un paro cardíaco que dejó a su familia en el desamparo, surgió la polémica.
Floyd era un veterano de guerra que sirvió en tres viajes hacia el Medio Oriente con su unidad en los Marines, a su regreso a Estados Unidos, el hombre fue enlistado en el cuerpo de bomberos donde finalmente trabajó como administrativo, ya que había sufrido un paro cardíaco en 2019.
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Antes de ser despedido, Derek Floyd estaba a punto de dejar beneficios médicos para sus dos hijos pequeños y su esposa por una suma de hasta 600 mil dólares en caso de que muriera; sin embargo, fue parte de los 10 empleados del cuerpo de bomberos que fue despedido por el recorte de personal.
Al respecto, la viuda del bombero, Cristine de 34 años de edad, afirmó que la situación no se lo desea a nadie: “Creo que definitivamente pasó factura una vez que lo dejaron ir. Siempre trató de mantener una actitud positiva al respecto y no estaba realmente enojado”, dijo y agregó:
“Pero ves a una persona y las ruedas de su cerebro están girando y están pensando constantemente, así que definitivamente creo que sí nos afectó", acotó la esposa de Derek Floyd al NY Post.
Nueva York vive una crisis migratoria
Al ser despedido, el veterano de guerra encontró empleo en una ONG, pero el sueldo no era suficiente, además de que resintió no seguir como bombero: “Ser bombero era algo que realmente le apasionaba. Realmente era una gran persona de familia, se preocupaba por sus hijos. Si Derek se hubiera quedado, habría tenido una póliza de seguro de vida con el FDNY”, afirmó su viuda.
El despido de Floyd forma parte del plan del Ayuntamiento para recortar el presupuesto del FDNY en 74 millones de dólares para fines de 2025 con el fin de dar paso al gasto de los inmigrantes, resaltó el Post.