Ana Garrido estuvo convencida en salir de su pueblo en la primera oportunidad que tuviera, ya que no soportaba el pavor que sentía por la zona donde ella y su familia habitaban, pues creía que en cualquier momento alguno de ellos moriría. Al crecer vio ese chance al formar parte de las filas del crimen organizado en el narcotráfico.
Su historia fue inspiración para ser plasmado en el libro “La dama del norte” de Ulises Bértolo, escritor que tuvo varias conversaciones con la narcotraficante quien sería capturada por las autoridades de España por ser una de las principales responsables del trasiego de droga en Europa.
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Ana Garrido era conocida como “La Rubia” o “La dama del norte” que durante años lideró una célula del crimen organizado que estaba asociada con un peligroso cártel de Colombia, considerado como el principal distribuidor de cocaína en el mundo.
Garrido nació en España y vivió en Asturias, en un pueblo minero junto con su familia religiosa. Durante toda su infancia, la mujer vivió con terror porque pensaba que en cualquier momento la mina podría matar a su familia con algún derrumbe, por ello decidió que sería autosuficiente sin depender del trabajo de la mina.
El gusto por el dinero impulsó a Ana Garrido para acumular lo más que pudiera guardar, ya que tener suficiente dinero le ayudaba a sentirse protegida a sí misma y al único hombre que jamás la traicionó tanto dentro como fuera de las redes del narcotráfico, su hijo.
“La Rubia” fue capturada y condenada
Durante sus entrevistas, Bértolo dijo sentirse bastante sorprendido por la forma de pensar de Ana, que sería llamada “La Rubia”. “Me sorprendió encontrar una mujer con anhelos, deseos y miedos iguales a los de cualquier persona”, señaló el escritor sobre la narco a la que vio en Marbella en 2020, dijo citado en el portal Libertad Digital.
"Entra en un mundo de hombres sin ser la amante de nadie y sin usar ni la belleza ni la seducción", indicó Bértolo sobre la historia de la mujer del narco que vivió con constante miedo desde que era pequeña. “La Rubia” fue atrapada en un operativo denominado Operación Temple que contó con agentes encubiertos.
“La Rubia” cumple una segunda condena acumulada, pero ahora le preocupa su hijo del que no quiere separarse jamás, al asegurar que ella nunca a tenido ni desarrolló un instinto criminal.