¿Eres de los que reclinan su asiento en los aviones o de los que piensan que es una falta de respeto? Este es el debate que se encendió en redes sociales luego de que se viralizó, grabado a bordo de un vuelo internacional con origen en el Aeropuerto Internacional de Denver (DIA), el muestra a dos pasajeros enfrascados en una acalorada discusión por el uso del asiento reclinable.
La disputa se originó cuando el pasajero de adelante decidió reclinarse, afectando la visibilidad de la pequeña pantalla colocada en su respaldo para el uso del asiento trasero, donde su vecino estaba jugando una partida de ajedrez.
La molestia del pasajero de atrás escaló rápidamente, llegando a sacudir con fuerza el asiento delantero. Ante la situación, la tripulación de cabina tuvo que intervenir para mediar y recordar al pasajero alterado que su compañero tenía derecho a reclinarse.
Su reacción divide las opiniones de los internautas
Las opiniones en redes sociales se dividieron en dos bandos claramente diferenciados. Por un lado, aquellos que defienden el derecho de cada pasajero a reclinarse su asiento, argumentando que es una función que viene incluida en el servicio y que, por tanto, puede utilizarse libremente.
“Si estoy pagando, voy a reclinarme. Si eso molesta a la persona que está detrás, paga por espacio extra”, “Nunca aceptable. Las personas tienen derecho a reclinarse”, “Si el asiento tiene la capacidad de reclinarse entonces no hay razón para no hacerlo”, fueron algunos de los comentarios.
Otros más elogiaron la paciencia del hombre cuyo asiento fue sacudido para no reaccionar violentamente y en cambio solicitar la intervención de la azafata: “Estaría en la cárcel ahora mismo si alguien le hiciera eso a mi asiento. Los asientos reclinados tienen una razón. Vuele en primera clase si necesitas más espacio para las piernas o cualquiera que sea el motivo para comportarse de esta manera”, “Bien por ese hombre por mantener sus emociones bajo control y hacer que la azafata se ocupara de la situación. Todos sabemos que quería cruzar con el puño la cara del agitador”.
Algunos consideran que es una falta de consideración
Por otro lado, quienes consideran que reclinarse es una falta de consideración hacia los demás pasajeros, especialmente en vuelos de larga duración donde el espacio es limitado. Estos últimos aseguran que un pequeño gesto como no reclinarse puede marcar una gran diferencia en la comodidad de los demás. Algunos de los comentarios en ese sentido fueron:
“Nunca me reclino... al menos en clase turista. Es una falta de respeto. El 95% de la gente está de acuerdo conmigo, incluido el 99% de los viajeros frecuentes”.
“El hecho de que el asiento PUEDA reclinarse no significa que deba hacerlo. Los asientos no deben poder reclinarse o solo se debe permitir reclinarse si el asiento está detrás o vacío. Necesitamos ser corteses y conscientes de cómo nuestras acciones afectan a los demás”.
“Sé que técnicamente se reclinan, pero muestra algo de decencia y compasión por los demás. No hay espacio en estas latas. Esos pocos centímetros que te reclinas apenas te afectan, pero marcan una gran diferencia para la persona que está justo detrás de ti”.
Más allá de la polémica entre pasajeros, algunos usuarios han apuntado a las aerolíneas como las principales responsables de esta situación, al diseñar aviones con cada vez menos espacio entre filas y asientos cada vez más estrechos.
“La culpa es de las aerolíneas, ponen demasiados asientos en los aviones”, “Es culpa de las aerolíneas porque los nuevos aviones están diseñados para torturar a los pasajeros”, señalaron.