Rebecca Humphreys pasó 17 años de sufrimiento e intenso dolor en una de sus piernas. Finalmente, al amputarla, encontró la paz y tranquilidad.
Lo anterior ocurrió en Reino Unido, cuando la mujer de actualmente 33 años saltó de su ventana mientras decoraba su dormitorio y aterrizó en un pedazo de porcelana que le causó una herida en su pierna. La lesión produjo que su pie se hinchara de forma tan descomunal que lucía como una pelota de rugby.
La infección no se hizo esperar, por lo que los médicos no vieron otra salida que amputar la pierna, pero una segunda opinión hizo que la entonces la joven de 15 años desistiera de esta alternativa.
El dolor en su pie se mantuvo durante todo este tiempo, pero los doctores se mostraron escépticos a creer que este podría persistir, pero ella afirmó que era tan insoportable que ni siquiera podía tocar esa zona de su cuerpo.
Luego de varios análisis, la diagnosticaron un síndrome de dolor regional complejo, es decir, un dolor inexplicable en determinada extremidad; a pesar de cientos de citas médicas, tratamientos, terapias y analgésicos interminables, nada podía aliviar las molestias.
Este intenso dolor la forzó a dejar su trabajo, se hundió en la depresión y hasta pensó en quitarse la vida para acabar con su sufrimiento, acción que, felizmente, nunca llegó a concretar.
Sin embargo, no fue hasta abril de 2022, cuando tanto ella como los médicos acordaron que debía llevarse a cabo la amputación de su pierna y cuando Rebecca despertó de la intervención, aseguró que el dolor había desaparecido por completo.
Ahora Rebecca se está recuperando de su amputación, que aún le duele, pero sueña con el día en que pueda pasear a sus perros con su pierna ortopédica.
SIGUE LEYENDO
Hombre confiesa a su mamá extraña violación que hizo a mujer de 68 años, y lo entrega a la policía
Muere delincuente por estrellar el mototaxi que robó al intentar escapar