Autoridades en Japón informaron hace apenas unos días que en las prefecturas de Okinawa y Gunma se había suspendido el uso de la vacuna contra el Covid-19 de Moderna, y fue este miércoles que la farmacéutica informó que se detectaron partículas de acero inoxidable.
Okinawa informó a través de un comunicado que se habían detectado “sustancias extrañas” en las vacunas, por lo que fue suspendida su aplicación. En Gunma continuaron con Moderna, aunque no con aquellas dosis de los lotes contaminados.
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La farmacéutica estadounidense informó que hallaron partículas de acero inoxidable en más de 1,6 millones de dosis de su vacuna, misma que fue fabricada por la empresa española ROVI contratada por ellos.
Aún se investiga si las partículas encontradas en la vacuna están relacionadas con la muerte de dos personas en Japón, quienes habrían recibido como segunda dosis la vacuna parte de las que fueron suspendidas al día siguiente.
¿Un riesgo para la salud?
Moderna informó que la contaminación en uno de los tres lotes suspendidos se remonta a fallas en la línea de producción de una fábrica dirigida por su contratista español, ROVI Pharma Industrial Services, según información presentada por la agencia AFP.
Añadieron que estas partículas no significan un riesgo para la salud de las personas, por lo que consideraron la muerte de los dos hombres como “una coincidencia” aunque continúan con la investigación.
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"El acero inoxidable se usa habitualmente en válvulas cardíacas, prótesis de articulaciones, suturas y grapas metálicas. Como tal, no se espera que la inyección de las partículas identificadas en estos lotes en Japón resulte en un riesgo médico mayor”, señaló la farmacéutica citada por AFP.
La Universidad Johns Hopkins informó que hasta este miércoles 1 de septiembre en Japón se registran un millón 511 mil 522 casos de Covid-19 y 16 mil 151 muertes a causa del virus.