A diferencia de los perros, para los gatos no es una necesidad vital pasear en la calle. De hecho, la mayoría de los michis pueden vivir felices en un ambiente que ya dominan y les es conocido.
Sin embargo, con cada vez mayor frecuencia, hay más personas que se hacen acompañar de sus gatitos a paseos en parques o incluso caminan en calles tranquilas junto a ellos, sujetados por arneses.
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Aunque será siempre un tema polémico, algunos etólogos señalan efectos positivos en la exposición de los gatos al aire libre, pues alivia su estrés, además de permitirles saciar su curiosidad natural.
La experiencia no es para todos los michis, pues muchos de ellos pueden sentirse en extremo nerviosos y el efecto podría ser contraproducente, provocando incluso episodios de agresividad. Esto es lo que debes tomar en cuenta.
Vaguitos desde chiquitos
De acuerdo con la Asociación Mundial del Gato, lo mejor es acostumbrar al felino al arnés desde una edad temprana. Si quieres que tu gato te acompañe a tus aventuras, deberás acostumbrarlo por mucho tiempo, empleando refuerzos positivos para que no se les haga extraño el dispositivo.
Existen casos en los que los veterinarios no recomiendan sacar a los gatitos. Por ejemplo, si son en extremo nerviosos o tímidos, los ruidos de la calle pueden espantarlos; si tienen una edad avanzada, pueden lastimarse gravemente.
Sin embargo, los michis jóvenes y con buen estado de salud son los candidatos perfectos a salir al aire libre, solo considera que sean sitios seguros los que visitan, no perderlos de vista y que se encuentren cómodos en todo momento.
Otro punto a tomar en
cuenta es que, al convivir con otros gatos, pueden infectarse de pulgas o parásitos intestinales. Para evitarlo, aplícale ampolletas antipulgas que eliminan cualquier insecto de este tipo.
¿Cómo elijo un arnés para mi gato?
Existen numerosas variantes de los arneses para gatos, cada uno de ellos con diversas ventajas y algunas cosas a mejorar.
La regla de oro es que debe ser cómodo para tu gato, por lo que no debe tener cascabeles, luces o cualquier otra cosa que pueda estresarlo. Considera que son muy diferentes a los perros y, al asustarse, el gato puede trepar a un árbol o a un sitio del que no pueda salir.
Los mejores arneses son aquellos que tienen una especie de chaleco, pues éste no les lastima y te permite recogerlos en caso de que corran algún riesgo o se espanten en demasía.
Recuerda siempre colgarle alguna tarjetita con tus datos para, si algún día se te pierde, quien lo encuentre sepa a quién debe informarle sobre su paradero