CREATIVIDAD

El enfoque tecnológico de Roberto Flores, el fotógrafo que abraza la innovación  

El talento del joven de 24 años, que estudia Negocios en el Tecnológico de Monterrey, destaca por su capacidad para experimentar y fusionar técnicas tradicionales y contemporáneas en la fotografía

ESTILO DE VIDA

·

En un mundo de la fotografía donde la evolución es constante, hay artistas que aprovechan las nuevas tecnologías para llevar su arte a otros horizontes. Un ejemplo de ello es el fotógrafo mexicano Roberto Flores, quien ha hecho uso de la tecnología para expandir los límites de la creatividad. El joven de 24 años ha encontrado en las herramientas digitales, y en la edición avanzada, la clave para transformar sus imágenes en auténticas obras maestras.

Siempre dispuesto a experimentar y probar nuevas técnicas, Roberto Flores ha recurrido a las cámaras digitales, los drones y otras herramientas para capturar imágenes en ángulos y perspectivas únicas. “La adopción de la tecnología ha ampliado mi creatividad y, sin lugar a dudas, me ha permitido explorar nuevas formas de expresión visual”, asegura el profesional que actualmente estudia Negocios en el Tecnológico de Monterrey.

La pasión de Roberto por la fotografía nació durante sus viajes, como una forma de capturar los momentos y preservar los recuerdos en imágenes, así como reconocer el para evocar emociones y transportarnos a un lugar y tiempo específico.

“Cada fotografía se convierte en una ventana hacia un recuerdo vivo, lleno de detalles y sensaciones (...) La fotografía no solo es un registro visual, sino una forma de comunicar y compartir la visión personal del mundo”, menciona Roberto Flores.

Flores tiene una habilidad única para transmitir emociones a través de sus fotografías Créditos: Especial 

¿Cómo nació su pasión?

Cuando tenía alrededor de 5 años, sus papás le compraron una cámara fotográfica desechable en un viaje que hicieron a Las Vegas. Desde entonces, Flores descubrió sus dos grandes pasiones que lo han marcado y definido hasta hoy: viajar y capturar imágenes.

Actualmente, con 24 años de edad, su espíritu viajero le ha llevado a conocer la región del Báltico, Turquía, España, Francia y casi todos los países de Europa; Marruecos, Egipto, Kenia, Tanzania, Sudáfrica, Ruanda, Botswana, Zambia, Zimbabue, Camboya, Singapur, Tailandia, Hong Kong, Malasia, Japón, Perú, Argentina, Chile, Canadá, Estados Unidos, Ucrania, Rusia, Uzbekistán, entre otros países.
 
El estilo fotográfico de Roberto Flores se caracteriza por su capacidad para encontrar momentos espontáneos y capturarlos con una estética atemporal. Sus imágenes están impregnadas de una sensación de calma y serenidad, donde los detalles sutiles cobran protagonismo. 

Flores tiene una habilidad única para transmitir emociones a través de sus fotografías, lo que le permite contar historias en un solo cuadro. Además, es conocido por su compromiso con las causas sociales a través de su trabajo. Ha utilizado su arte como una herramienta para crear conciencia sobre temas apremiantes, como la justicia social, los derechos humanos y el medio ambiente. Sus imágenes evocadoras han sido exhibidas en numerosas exposiciones y han ayudado a generar conversaciones significativas sobre problemas globales.

Además de utilizar la tecnología en la captura de imágenes, Roberto Flores también ha adoptado la edición avanzada como una herramienta para dar vida a su visión artística. A través del uso de software de edición y técnicas digitales, ha perfeccionado sus habilidades para transformar sus fotografías en composiciones únicas. 

“La edición avanzada me brinda la capacidad de ajustar la iluminación, los colores, los contrastes y otros aspectos de la imagen, creando un resultado final que refleja su estilo distintivo y su narrativa visual”, dice el fotógrafo.
 
Aunque Flores hace uso constante de la tecnología, también valora la esencia de la fotografía analógica y la belleza de lo tradicional. Reconoce que la fusión entre ambas puede dar lugar a resultados sorprendentes. A menudo, utiliza cámaras analógicas y luego escanea los negativos para procesar digitalmente las imágenes, logrando así una combinación única de lo clásico y lo contemporáneo. 

“Esta fusión te permite experimentar con texturas, tonos y estilos que aportan una dimensión adicional a sus fotografías”, concluye el profesional de 24 años, quien tiene en mente hacer un libro y generar diversas exposiciones para montar y dar a conocer su obra.