Netflix acaba de estrenar el documental “Juicio al diablo” y toca los detalles del caso de Arne Cheyenne Johnson, el joven de 19 años que fue acusado de matar a su casero, pero en todo momento alegó que estaba poseído por el demonio, por esto es que su juicio se llamó , ”El diablo me obligó a hacerlo”. Esta es una de las historias judiciales más famosas de Estados Unidos de los años 80. Fue tanto la repercusión que ha tenido este caso que inspiró la película “El conjuro 3".
Cuando la familia Cheyenne comenzó a vivir estos episodios demoníacos, fue que se contactaron con Ed y Lorraine Warren, los demonólogos más famosos de esa época. Al poco tiempo, los especialistas comenzaron las grabaciones, los exorcismos, y toda una serie de situaciones que quedó documentada y que sirvió como base de la película “El conjuro 3: El demonio me obligó hacerlo".
Es así que este documental llamado “Juicio al diablo” cuenta con la participación de David Glatzer y el propio Annie Cheyenne Johnson, así como parte de la familia y personas del círculo. El responsable de este trabajo es Chris Holt, que intenta exponer todos los sucesos que tuvieron lugar en aquel momento a través de imágenes de archivo y también de representaciones dramatizadas.
Sin embargo, no termina de quedar nada claro, más allá que los Warren manipularon a la familia para su propio beneficio y que nunca se demostró ni que David ni Arne hubieran estado poseídos, por lo que la sombra del engaño y la estafa para encubrir un hecho delictivo con un supuesto episodio sobrenatural continúa estando presente.
Tras la emisión de este documental de Netflix, queda claro que la historia detrás de la película “El conjuro 3: El demonio me obligo hacerlo" no es como se retrató y también ha puesto en tela de juicio la labor que realizaron Ed y Lorraine Warren a lo largo de toda su carrera como investigadores demoníacos. ¿Tú qué piensas?
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