Desde el domingo 31 de marzo 48 candidatos de tres fuerzas políticas realizan campaña para gobernar las 16 alcaldías de la Ciudad de México, un territorio cuya geografìa polìtica ha cambiado notablemente en los últimos tres procesos electorales, desde la aparición de Morena en el escenario electoral.
El territorio que actualmente conocemos como Ciudad de México tiene particularidades respecto a otras entidades del países, una de las más notables es que prácticamente todo el siglo XX sus habitantes no tenían la posibilidad de elegir a sus gobernantes, los cuales eran definidos desde la Presidencia de la República.
Sin embargo, eso cambió en 1997 cuando por primera vez los residentes del entonces llamado Distrito Federal salieron a las urnas para elegir a un Jefe de Gobierno, lo cual convirtió a la capital en un bastión de la izquierda, con la elección de Cuauhtémoc Cárdenas.
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Este favorecimiento a la izquierda, representada entonces por el Partido de la Revolución Democrática, se confirmó en 2000 cuando por primera vez los capitalinos eligieron jefes delegacionales.
En ese proceso, el PRD obtuvo por primera vez el gobierno de nueve demarcaciones (Cuauhtémoc, Coyoacán, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco) contra siete obtenidas por la alianza del PAN y el Partido Verde (Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza), que a nivel federal ese año ganó la Presidencia. El PRI, por su parte, se quedó en ceros.
Para 2003, se incrementó el territorio del sol azteca, que sumó a las antes panistas Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza. En cambio, perdió Milpa Alta, que se convirtió en la primera para el PRI. El PAN, por su parte, se quedó únicamente con Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
La fuerza del obradorismo en la capital
En 2006, la fortaleza del PRD obtenida luego del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien contendió a la Presidencia quedándose cerca de la victoria, se reflejó con la recuperación de Milpa Alta y el respaldo en las que ya tenía, para llegar a un nuevo incremento a catorce delegaciones, la distribución más favorable a un sólo partido que ha tenido la capital.
El PAN, que en ese año ganó por segunda ocasión consecutiva la Presidencia, se quedó con sus mismas dos alcaldías, Benito Juárez y Miguel Hidalgo, mientras que el PRI nuevamente quedó en ceros.
El proceso electoral de 2009 es especialmente recordado por los capitalinos por el caso de Iztapalapa, donde Clara Brugada competía como candidata del PRD, pero a tan sólo 23 días de la contienda, cuando ya estaban listas las boletas con su nombre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación canceló su candidatura en respuesta a la queja de Silvia Oliva, quien tras promover ante el Tribunal Electoral del Distrito Federal la anulación de alrededor de 17 por ciento de las casillas, alegó haber ganado la encuesta interna.
La candidatura de Silvia Oliva fue arropada por la corriente Nueva Izquierda (conocida popularmente como "los chuchos"). Mientras que los simpatizantes de Brugada, alentados por el propio Andrés Manuel López Obrador, decidieron votar por el candidato del PT, Rafael Acosta Ángeles "Juanito", quien prometió que si ganaba renunciaría al cargo para que Brugada asumiera el gobierno, lo cual finalmente ocurrió.
Más allá de ese caso, en la capital se mantuvo el dominio perredista, que únicamente perdió Cuajimalpa, la cual pasó a ser gobernada por el PAN,
Todo se mantuvo sin muchos cambios en 2012, cuando a pesar de que el PRI arrasó en la elección presidencial, en la capital se conformó con una delegación (Cuajimalpa), mismo número que el PAN, que no soltó su bastión de Benito Juárez. El Movimiento Progresista, integrado por PRD, PT y MC, se llevó 14 delegaciones.
Los cambios en el mapa político tras el surgimiento de Morena
Pero los cambios llegaron en 2015 cuando Morena compitió por primera vez. Aunque el PRD se mantuvo como fuerza mayoritaria, con seis delegaciones (Álvaro Obregón, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa y Venustiano Carranza), cedió cinco a los guindas (Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco). El PRI logró un histórico número de tres delegaciones (Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Milpa Alta), mientras que el PAN se mantuvo con sus dos territorios históricos (Benito Juárez y Miguel Hidalgo).
Para 2018, año en el que Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia y con el PRD ya convertido en aliado del PAN, los guindas obtuvieron el triunfo en once alcaldías (Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco), contra dos del PRD (Coyoacán y Venustiano Carranza), una del PAN (Benito Juárez), una de MC (Milpa Alta) y una más del PRI (Cuajimalpa).
Morena no pudo mantener su dominio en 2021, cuando los cuatro partidos restantes se aliaron en casi todos los territorios. De ese modo, aunque el partido en el poder se quedó con las siete demarcaciones del oriente (Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa), el PAN obtuvo cuatro (Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez y Miguel Hidalgo), el PRI dos (Cuajimalpa y Magdalena Contreras) y el PRD tres (Cuauhtémoc, Coyoacán y Tlalpan), destacando el caso de Coyoacán, donde Giovani Gutiérrez fue postulado formalmente como candidato del PRD, pese a su pasado en el PRI y PAN.
Las elecciones de este año serán clave para determinar si en la Ciudad de México se mantiene el apoyo al grupo emanado del perredismo de principios del siglo o si, en cambio, se amplía el dominio de los partidos históricamente minoritarios, en un contexto en el que incluso el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha advertido que la ciudad se está “empanizando”.