La Feria Internacional del Libro de Monterrey ya puede pensarse a mediano y largo plazo, afirma su director Henoc de Santiago: “Ya tenemos el equipo completo, eso permite organizar una feria de manera más estructurada, con mucho mayor aliento”. El gestor cultural de 57 años encabeza por segunda vez el encuentro editorial más importante del norte del país y ahora le ha tocado organizarlo de principio a fin.
El año pasado, Henoc tomó las riendas de la FIL apenas ocho meses antes de su arranque, cuando su antecesora, Consuelo Sáizar, salió con apenas un año al frente del encuentro. Ya con la primera experiencia se ha enfocado en crear una estructura administrativa, darle viabilidad a través de patrocinios y regresarle el control al Tecnológico de Monterrey.
“Hace cuatro años, antes de la pandemia, la feria era organizada prácticamente por Cintermex, el recinto ferial. Había una persona por parte del Tec que coordinaba, Armando Ruiz-Reyna, pero era él solo. La feria se basaba mucho en criterios muy comerciales, obviamente, para que saliera autosustentable”, cuenta. Este año, por primera vez se ha conformado un equipo que incluye las áreas de contenidos, comunicación, programas infantiles y juveniles, procuración de fondos y operación.
La FIL de Monterrey seguirá realizándose en el mismo espacio, con un crecimiento de 20% que se ha ganado al área de bodegas, serán nueve días: del 28 de septiembre al 6 de octubre. Este año tendrá unos 600 invitados, participando en 600 actividades (150 más que el año anterior); el programa literario incluye la presencia de dos Pulitzer: la mexicana Cristina Rivera Garza y la estadounidense Anne Boyer, pero también llegará David Toscana (con el discurso inaugural), Juan Villoro, la ecuatoriana Mónica Ojeda, la argentina Agustina Bazterrica y los españoles Jon Bilbao, María Sánchez y Jordi Sierra.
La gran novedad, explica Henoc, es el Foro: las mil formas del libro, con el que se busca abrir una línea de negocio sobre los nuevos formatos del libro, mutado a series de TV, películas, audiolibros. Este año también, el programa pondrá énfasis en el cuidado del planeta: “Vamos a tener a seis mil jóvenes, a los que les armamos un programa especial con gente que viene de otros países y que les van a hablar sobre energías limpias, sostenibilidad, sustentabilidad, activismo climático”.
El encuentro también crecerá 20% en su oferta editorial, sobre todo con sellos emergentes y, como cada año, mantendrá su Pabellón infantil y juvenil, que el año pasado atendió a 82 mil personas. En la FIL de Monterrey los números parecen siempre ir al alza: según una encuesta del mismo encuentro, un visitante gasta en promedio 800 pesos: “es el ticket de venta más alto del país”, dice el director, quien este año además busca llegar a 300 mil visitantes, unos 18 mil más que la edición anterior.
- Este año es la edición 31 de la feria y su acceso será completamente gratuito
- La FIL de Monterrey nació en 1989 en un estacionamiento del Tec
- Este año además, se contará con la participación de patrocinadores hablando de emprendedurismo