MENTE MUJER

Mujeres, constructoras en movimiento

La bailarina y coreógrafa Laura Rocha considera que las mujeres han sido fundamentales para el desarrollo de la danza en México

EDICIÓN IMPRESA

·
Créditos: Cortesía

Sin las mujeres, la danza en el país simplemente no sería lo que es hoy. “Ellas han sido una parte fundamental en el desarrollo de la danza en México, desde la preservación de tradiciones culturales hasta la innovación en la danza contemporánea, su contribución ha sido diversa, rica, significativa y eso le ha permitido al panorama artístico y cultural mexicano irse enriqueciendo, irse fortaleciendo”, dice la bailarina y coreógrafa Laura Rocha (México, 1962).

Cuando habla de otras mujeres, Rocha se refiere a Guillermina Bravo, que, dice, “siempre ha sido un ejemplo a seguir con su fortaleza, con su andar, no sólo con su danza, con su creación, sino como mujer que le abrió las puertas a la danza contemporánea”, pero también se refiere a Anna Sokolow, Waldeen, las hermanas Campobello, Graciela Henríquez Tania Álvarez, Lin Durán, Valentina Castro, Josefina Lavalle, Pilar Urreta, Rossana Filomarino, Lydia Romero o Cecilia Lugo.

“Realmente son mujeres que han jugado un papel fundamental en el desarrollo de la danza contemporánea en nuestro México, e incluso a nivel internacional, ellas propiciaron nuevas técnicas, nuevos estilos y enfoques que le han dado a la danza esa riqueza. Su legado ha sido muy importante”, considera.

(Créditos: Cortesía)

Ella misma ya forma parte de esa camada de mujeres que han engrandecido la disciplina en el país. Sus inicios se dieron en la infancia, cuando a los 9 años ingresó a la Academia de la Danza Mexicana, siendo jovencita hizo sus primeras contribuciones, después de estudiar en Nueva York, en la compañía Contradanza, pero rápidamente el trabajo con sentido social que realizaba Barro Rojo Arte Escénico, colectivo que dirigía Arturo Garrido y al que se unió en 1986, justo poco después de los sismos de 1985.

Con ese grupo, que comenzó a dirigir a partir de 1994, Rocha definiría una visión política de la danza, de izquierda, preocupada por el acontecer de la vida pública. Quizás esa forma de dirigirse contribuyó a su desenvolvimiento en un ambiente que, dice, no padeció el abuso que el género femenino ha sufrido en otras áreas, por el contrario, para ella fue diversión: “Mi historia no es tan desgarradora como otras mujeres, en realidad yo he tenido la fortuna de que desde muy pequeña, muy niña, empecé a trabajar en la danza, me empezó el gusto por ella, de hecho la tomaba como un juego, como algo lúdico”.

Así, la danza “me ha acompañado durante todo mi desarrollo como mujer y en realidad se ha vuelto una forma de vida. Yo he vivido con la danza, he transitado a través de la danza y me he ido fortaleciendo por medio de la danza, he vivido mis diferentes fases de mujer por la danza, con la danza, e incluso mi embarazo, que podría decirse que era una limitación, por el hecho de estar en escena embarazada, fue al contrario, fue algo que yo asumí como parte de esto, de esta forma de vida, de poder plasmar en escena esto que soy, esto que voy viviendo”.

Con más de una docena de piezas coreográficas compuestas, Rocha ha sido motivo de varios reconocimientos, incluido el Premio Nacional de Danza “José Limón”, que han recibido los más grandes exponentes de la disciplina en México. La danza, agrega, “me ha permitido gritar las injusticias a través de un gritar corporal y muchas veces verbal, estas injusticias que vivimos.
Pero también me ha permitido volar, poder plasmar sueños y seguir hablando de lo que es mi vida, de lo que es mi contexto, de lo que voy viviendo”.

(Créditos: Cortesía David Flores Rubio)
  • Laura Rocha inició sus estudios en la Academia de la Danza Mexicana en 1971, con 9 años.
  • Becada por el Centro Superior de Coreografía realizó estudios en Nueva York en 1980.
  • Sus primeras aportaciones escénicas fueron en la compañía Contradanza, que cofundó en 1983.
  • Se unió a Barro Rojo Arte Escénico en 1986, colectivo que era dirigido por Arturo Garrido.
  • En 1987 realizó la coreografía “Crujía H” (1987), en la que abordó el tema de los presos políticos.
  • También es autora de “Tierno abril nocturno”, “Mujeres en luna creciente”, “De judas, diablos, alebrijes y otros bichos”, entre otras. 

PAL