MENTE MUJER

La danza continúa en lucha

Irina Marcano se ha desempeñado como bailarina y coreógrafa en instituciones como la Compañía Nacional de Danza

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Cortesía Humberto Granados

Cuando era niña, la danza le dio Irina Marcano (Venezuela) “un espacio de libertad”, ya que al ser diagnosticada con Síndrome Hiperquinético (afectación persistente y severa del desarrollo psicológico resultante de la falta de atención, inquietud e impulsividad) ésta se convirtió en su aliado para tener una mejor calidad vida.

A más de 20 años de trayectoria ininterrumpida, la actual titular del Taller Coreográfico de la UNAM, considera que la disciplina se encuentra en lucha, tanto por la igualdad de oportunidades laborales y sociales, como en la creación de públicos y de espacios, una labor que, resalta, trabajaron mujeres como la bailarina, coreógrafa y académica mexicana Gloria Contreras (1934-2015). 

“En nuestra sociedad, la cultura y el arte tienen que ser esenciales en las agendas políticas y en la educación, pero también en el núcleo familiar, que es de donde todo parte”, dijo la bailarina, en el marco del Día Internacional de la Danza.

“Yo vengo de una familia de artistas, una situación que para mí ha sido una gran ventaja porque cuando decides dedicarte a una rama del arte tienes todo a tu favor, sin embargo, desde los 16 años que comencé mi carrera de forma profesional entendí que no todos teníamos las mismas oportunidades y que dedicarse al arte de forma independiente era como estar en un territorio inestable”, contó.

(Créditos: Cortesía Nath Martin)

En entrevista, la coreógrafa reveló que aunque los retos que existen en la danza son muchos, haber nacido en Venezuela le dio un contexto de la disciplina en latinoamerica y la precariedad que enfrentan los artistas, incluidos los de México.

“Soy muy afortunada de haber pertenecido -y pertenecer a compañías grandes y estables- como la CND, y, ahora, al Taller Coreográfico de la UNAM, lugares que ofrecen mejores oportunidades laborales y de desarrollo, pero que comparado con la cantidad de bailarines que egresan cada año, continúan siendo insuficientes”, explicó la bailarina, quien señaló que “México es una gran potencia que tiene mucho que ofrecer”, sin embargo, también es un país donde muchas dificultades laborales e integrales prevalecen.

Otro factor por el que luchar, reiteró Marcano, es la creación de públicos desde la parte educativa, que en sus palabras, no sólo debe enfocarse en el estudio de la danza “si quieres dedicar tu vida a bailar”.

“Se debe dejar de ver a la danza como una materia que cumplir, las escuelas tienen que desarrollarla en espacios que conviertan a los estudiantes en públicos futuros, la danza no sólo se estudia, por lo que es necesario producir una sensibilidad más profunda, ¿cómo?, se puede llevar las funciones a las escuelas o a los teatros para que los niños y jóvenes sepan que la danza es un arte particular que tiene su propia oferta, su propio universo y su propio valor. La danza está buscando espacios. La danza -y todas las artes- crea mejores sociedades, más empáticas”, reflexionó la artista nacionalizada mexicana.

Y resaltó que para lograr esto es necesario conocer también los aportes que han hecho otras personas en el quehacer dancístico mexicano “a quienes les debemos, entre otras cosas, la visibilidad”.

“Conocer a quienes nos legan logros y condiciones más justas en la disciplina resulta imprescindible para romper los paradigmas que nos vienen con las nuevas búsquedas, para crear entornos más justos, con más derechos, más amables y más comprensivos para los bailarines y las personas que detrás del telón hacen posible la danza”, manifestó.

Asimismo, Marcano refirió que es necesario reforzar el conocimiento histórico de la disciplina, para que, a partir de ella, se establezcan nuevas formas de creación.

“En generaciones más jóvenes he visto un desconocimiento histórico de la danza y las artes en nuestro propio país, pero el saber por qué y cómo se llegó a romper con los paradigmas nos permite realizar nuevas propuestas desde el conocimiento”, refirió.

Y agregó “la educación dedicada a la técnica se queda corta sobre todo en el mundo independiente, ahí entra esta labor de la historia, pues conocerla, saber cómo se llegó hasta aquí y cuáles fueron las luchas también te enseña sobre lo que grandes artistas y bailarines hicieron para que nosotros fuéramos más beneficiados y pudiéramos ejercer nuestra carrera de una forma más digna e integral”.

Por último, compartió que su designación al frente del Taller Coreográfico de la UNAM la llevó a pensar en replantear y reforzar muchas de las visiones que ya están establecidas “muchas de ellas son a largo plazo y otras es plantar la primera semilla, por lo que me encantaría que los integrantes que vienen le den más continuidad”.

“La idea es apostar por estas luchas que vienen antes que nosotros, por las gestiones sociales, por tener mayores acercamientos a la comunidad estudiantil -y la que está fuera de la universidad- para mantener los espacios tan valiosos que se han ganado, pero también para empezar a abrir otros circuitos dentro del país, y por supuesto, abrir las puertas a creadoras y creadores mexicanos, desde los contemporáneos hasta los emergentes que están siendo reconocidos para que ellos y los universitarios entren a nuevos universos de creación y de identidad de la danza”, finalizó.

  • Irina Marcano ha formado parte de importantes instituciones como la Compañía de Ballet Contemporáneo de Caracas, en Venezuela.
  • El proyecto que presentó Irina Marcano en el TCUNAM busca el reforzamiento y replanteamiento de proyectos existentes, así como el acercamiento, sensibilización y desarrollo del público dentro y fuera de la universidad.
  • 20 años de carrera tiene.
  • 50 años de trayectoria tiene el TCUNAM.
  • 2012 año en que entró a la CND.

PAL