México aumentó 544 fracciones arancelarias de productos que van desde acero, aluminio, textiles, confección, calzado, madera, entre otros, para “evitar la competencia desleal”, aseguró Raquel Buenrostro, secretaría de Economía.
Entrevistada, tras su participación en el Consejo de las Américas, sobre el decreto de que se modifica la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación (DOF), reveló “hemos observado muchos productos que vienen subvaluados, a muy bajos precios, que están desplazando a los productores nacionales y la pequeña industria”.
Detalló que se tomó la decisión de subir las fracciones arancelarias de manera temporal de 5 a 50 por ciento, mismos que estarán vigentes por dos años, porque “el consumidor final no ve este ahorro de productos subvaluados, porque le llegan a precio normal; es decir, los costos al público no bajan, pero si nos desplazan a los textiles, al calzado, etc”.
Punto aparte, dijo, es el tema del acero, “la materia prima llega más cara que el producto terminado. Y esto se refiere a los productos que se traen de países donde no se tienen tratado, especialmente de Asia”.
Adicionalmente, señaló que, para tener mayor control de la trazabilidad de los productos, se publicó también en el DOF, la obligación llamada certificación de molino, que dará el certificado de origen, “para que no se piense que México está triangulando el acero”.
Por su parte, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) aseguró que el aumento de aranceles “busca brindar certidumbre y condiciones de mercado justas a sectores de la industria nacional que enfrentan vulnerabilidad, como el déficit comercial no petrolero con China, que en 2023 alcanzó 104 mil millones de dólares.
Por Yazmín Zaragoza
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