Hace unos días, la Fundación Casa de México en España, el Centro de Estudios Mexicanos UNAM-España, la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura y la Cátedra Carlos Fuentes de Literatura Hispanoamericana, celebraron el tercer Encuentro de Creadores Iberoamericanos bajo el lema “Literatura y poder en el siglo XXI”.
En su tercera edición, el evento contó con 12 mesas redondas con temas como “Caos o esperanza: ¿Cuál es el panorama de las relaciones entre la literatura y el poder del siglo XXI?” “Polarización o diálogo. ¿Se encuentran nuestras sociedades más divididas que nunca?” y “¿Qué representa el triunfo de una mujer para México?”.
A partir de estos ejes, el escritor Jorge Volpi conversó con El Heraldo de México. “Literatura y poder. ¿Por qué el planteamiento de este debate justo ahora?”, se le preguntó. “La tradición latinoamericana ha sido la misma de Francia, de intelectuales públicos que opinan sobre asuntos relevantes políticos y sociales. Durante todo el siglo XX tienen una relevancia enorme y ahora hemos visto cómo ha disminuido ese papel. Queríamos reflexionar en torno a cuál es el rol actual de los creadores, frente a la sociedad”, dijo.
Y añadió que, en México, desde el siglo XIX, pero sobre todo después de la Revolución, hubo una clara clase intelectual que quería transformar al país y en ese momento fueron cruciales y lo siguieron siendo durante buena parte del siglo XX. “En toda América Latina ocurrió lo mismo y en España, fundamentalmente en el exilio también hubo este mismo compromiso político frente a la dictadura. Luego vienen las democratizaciones. La de España en los años 70, las de Latinoamérica en los 90 y luego a principios del 2000. La democracia ha traído la democratización de la opinión pública y eso ha hecho que los intelectuales ya no tengan esa gran relevancia que tuvieron en otros momentos”, dijo.
El encuentro que se desarrolló en la Fundación Casa de México en España, con sede en Madrid, reunió a una treintena de destacados escritores y escritoras de ficción del ámbito Iberoamericano, en un encuentro con acento político, en una época de tensiones, en el que se analizó la relevancia del papel que juegan los creadores de ficción en nuestras sociedades. Durante tres jornadas, intelectuales de ambas orillas del Atlántico reflexionaron sobre su rol en asuntos capitales que marcan nuestro tiempo.
Al respecto, Volpi, director del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-España, explicó que el estallido zapatista ha sido uno de los parteaguas más importantes de la discusión intelectual en el mundo. “El movimiento zapatista termina convirtiéndose en el germen de los movimientos antiglobalización y alternativos de izquierda en todo el mundo. Muchos intelectuales dialogaron en ese momento de lo que significaba el lanzamiento zapatista, su reivindicación, sobre todo de lo indígena y luego sería una inspiración para movimientos posteriores, incluido desde luego el feminismo”.
¿La llamada guerra contra el narco es el último gran estallido creativo y crítico con participación de los creadores?, se cuestiona. “La lucha contra el crimen organizado que terminó llamándose “guerra contra el narco” creó una cultura particular, que a veces seguía la misma línea de lo que dictaban las autoridades y, por lo tanto, las replicaba. Otras eran críticas respecto a esa misma narrativa y nos encontramos en un momento en el que se está, otra vez, repensando todo lo que significa precisamente la “narco cultura” que ha rodeado a nuestro país y a otras naciones de América Latina, que tienen este mismo problema.
Una de las mesas redondas que más interés suscitó fue la relacionada con lo que supondrá que una mujer llegue a la presidencia de México. La escritora mexicana Brenda Lozano afirmó que “es algo inédito en la historia. Nunca me imaginé que fuera posible. Es algo impresionante.” Para los participantes en este diálogo, entre los que estaba el escritor mexicano Eloy Urroz, el hecho de que llegue una presidenta, algo que ni siquiera está contemplado en la Constitución de 1917, donde solamente se refiere al sustantivo “presidente”, tendrá efectos en la literatura, el periodismo, con una ampliación del lenguaje y una nueva perspectiva. Los participantes en esta mesa redonda coincidieron en señalar que la candidata que alcance la Presidencia de México se enfrentará con otra perspectiva de género a los serios problemas que aquejan al país, como la violencia de género, el narcotráfico, la militarización, la salud pública y la corrupción.
Sobre esto, Volpi asegura: “Es un avance y va a ser algo muy interesante que la próxima presidenta -salvo sorpresa mayúscula- vaya a ser justamente una mujer. Pienso que será un cambio necesario para el país. Pero eso no es lo único que necesita México para cambiar. Se requiere que quien gane la presidencia realmente sea capaz de transformar drásticamente algunas áreas de nuestra vida pública; e insisto sobre todo en el sistema de justicia, para que podamos avanzar realmente en otros temas”.
Finalmente, aseguró que el populismo y la polarización que se vive en diversos países de la región iberoamericana son los grandes desafíos. “La democracia no ha sabido resolver buena parte de los problemas de la gente. Vemos cómo surgen estos liderazgos de izquierda o derecha, observamos cómo llegan democráticamente al poder. Pero luego minan la propia institucionalidad democrática”.
En este Tercer Encuentro de Creadores Iberoamericanos se contó con la asistencia, entre otras figuras, de Isabel Zapata de México, Fernando Iwasaki de Perú, Santiago Roncagliolo de Perú, Martín Caparrós de Argentina, Carlos Dada de El Salvador o Daniel Gascón de España, quienes, en su oportunidad, hablaron también de la inteligencia artificial, la desigualdad y la desconfianza en el futuro. Retos que los escritores y escritoras de ficción afrontan con sus obras con un compromiso a sus lectores y con el fin de sacudir conciencias en la búsqueda de un futuro más esperanzador.
PAL