El 26 de abril se cumplen 30 años del fallecimiento de Manuel Enríquez (1926-1994), un aniversario con el que su viuda Susana Enríquez busca que se reconozca el legado del violinista, compositor y pedagogo mexicano, con quien, considera, “las autoridades culturales tienen una deuda en cuanto a la difusión de su trabajo como precursor de la música nueva, promotor de las melodías mexicanas en el extranjero y su contribución en la educación musical”.
En entrevista, la también pintora resaltó que en el marco del aniversario luctuoso se realizan tres exposiciones que permanecen hasta el 1 de junio, en el Centro Nacional de las Artes (CENART), las cuales, “son el preámbulo de un encuentro mayor que alista para celebrar el centenario del nacimiento de Enríquez, en 2026”.
“Manuel fue un hombre extraordinario que abrió paso a la música y cultura de México en el mundo, por lo que es necesario que se conozca su generosidad, pues en lugar de dedicarse únicamente a escribir y componer música -como comúnmente sucede con los creadores- , dedicó parte su tiempo a colaborar en la creación programas de música en instituciones como el Conservatorio Nacional, así como la creación de festivales y encuentros que abrieron las puertas a la creación de la música nueva y a los músicos más jóvenes”, dijo.
InTerminado sueño, exposición que permanece en la Biblioteca de las Artes del CENART, exhibe 28 documentos entre fotografías y cartas, una docena de objetos personales del compositor y las últimas partituras que el músico escribió antes de su fallecimiento: Zenzontle e InTerminado sueño.
“La primera partitura es una obra para flauta y cuerdas que quedó inconclusa; mientras que InTerminado sueño -que da nombre a la muestra-, para percusiones y alientos de metal, fue una pieza que compuso para mí en una atmósfera anímica muy desgarradora que hace referencia a la muerte”, contó.
En la Galería de Arte Binario permanece la exhibición Los colores en la música de Manuel Enríquez, en la que se pueden apreciar una serie de pinturas abstractas y acetatos que la artista inspiró -a lo largo de su vida- en las vibraciones y armonías de la obra musical del compositor.
“Manuel siempre hablaba de texturas, colores y sobre todo de un lenguaje abstracto en la música, esta relación, es la que busco plasmar en mi arte para rendirle homenaje a mi esposo, a un compañero de vida extraordinario”, expresó la artista, quien explicó que su muestra se compone por 24 piezas de mediano y gran formato.
Por último, contó que en el Centro Multimedia del CENART permanece la instalación sonora In-móvil: experiencia de escucha alrededor de la obra electroacústica de Manuel Enríquez, un espacio dedicado a la creación electroacústica del músico mexicano.
“Se trata de un espacio en el que la gente entra, se encuentra con la oscuridad y comienza a recibir estímulos musicales de la obra de Manuel, generando un experiencia que reconoce la riqueza de su legado”, finalizó Susana Enriquez, quien refirió que los conversatorios y conciertos que suceden en torno a las exposiciones pueden consultarse en la página y redes del CENART.
- -Más de un centenar de documentos, fotografías y objetos personales de Manuel Enríquez conforman el acervo del músico en el CENART.
- -En el año 2000 Susana Enríquez donó todo el acervo de Manuel Enríquez al CENART para que el legado del músico se difundiera entre las nuevas generaciones.
- -La obra musical de Manuel Enríquez es resguardada por la Fonoteca Nacional.
- -30 años de existencia conmemora el centro este 2024.
- -40 piezas entre documentos, fotos y partituras forman parte de la muestra InTerminable sueño.
- -24 obras conforman la exposición de Susana Enríquez.
PAL