TURISMO FRENÉTICO

Turismo que no se disfruta

El "miedo a no exhibir nada" ha provocado que los viajes se tornen más estresantes y cansados

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: AP

El turismo frenético que despunta en todo el mundo, ese que llena la agenda de actividades  y experiencias, sin tiempo de parar, está convirtiendo las vacaciones en otro nuevo periodo de estrés y cansancio.

Veinte minutos de espera para conseguir fotografiar la Gioconda en el Museo del Louvre para, después, subir la imagen en las redes. El mismo día, dos horas más de espera para entrar a la Torre Eiffel y también capturar el momento. Acabas la tarde en un crucero por el río Sena que casi pierdes a causa de las largas filas. 

"Siempre ha habido cierto ánimo exhibicionista en la práctica del turismo. Los álbumes de fotos de los viajes y en especial los de los novios tenían ese propósito", aseguró Pablo Díaz, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat de Catalunya (UOC). 

"Actualmente, la tecnología y las redes sociales multiplican ese efecto, y hay ciertos grupos de turistas que pueden sentir esta obligación de hacer cosas, viajar y darlas a conocer", resaltó. 

Por ejemplo, los españoles viven conectados y aunque tres de cada cuatro sabemos que es beneficioso alejarse de las tecnologías y más en vacaciones, 22.5% de los encuestados por Evaneos, declara que viviría con ansiedad y aislamiento si no pudiera utilizar su teléfono móvil ni revisar sus redes sociales.

Aunque este fenómeno aún no se ha bautizado, según Díaz, estaría relacionado con el FOMO (fear of missing out) o, lo que es lo mismo, el "temor a perderse algo", o con el FOEN (fear of exhibiting nothing), el "miedo a no exhibir nada".

La demanda de un turismo intensivo se "retroalimenta" con la oferta que proporciona el sector. "Hay una oferta de experiencias y una orientación de estas a impulsar que los clientes las promocionen en las redes sociales. 

"No desconectamos porque vivimos en un bucle de querer controlar todo", aseguró Sylvie Pérez, profesora colaboradora de los Estudios Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. 

Según Pérez, cuesta disfrutar del proceso, en este caso hacer turismo, y sólo se quiere el producto final, y cuando este se consigue, es necesario demostrar a los otros nuestro logro.

Aunque hace unos años el turismo de muchas visitas a diferentes sitios en poco tiempo se relacionaba con un perfil asiático, ahora es una práctica extendida en toda la población y muy relacionada con la dependencia de la exhibición y la tecnología. 

PAL